sábado, 22 de diciembre de 2012
FELICES FIESTAS DESDE EL PAIS DE NUNCA JAMÁS.
Buenos días vecinos... En casa de wiwi ya ha comenzado la navidad...!!.
Y ha comenzado, justamente, en la 3ª tabla y en el 2º alambre del sorteo del “GORDO” de la lotería. Cómo en casi todos los hogares de España, aunque estén empeñados en hacernos creer que la navidad empieza en Noviembre, no, no es mi caso. En mi casa, las luces del árbol y la de la estrella fugaz del portal de Belén se encienden con el “gordo” y ya noto como el polvoron se me pega en el cielo de la boca, cómo a casi todos, ¿verdad?.
Con el soniquete de los, “1.000 eurooos” de fondo he comenzado ha escribir esta carta navideña. Y dicho sea de paso, el aroma de esta carta, ayer en mi cabeza, olía a tufo, olía a desazón y a quebranto, pero hoy, a esta hora de café y tostadas y con el sorteo en la pantalla del televisor, ya me huele mejor, ya me huele a esperanza.
Ayer mientras maquinaba esta felicitación navideña, sólo pensaba en cosas y aspectos negativos, sólo estaba decepcionado, abrumado por el devenir malogrado de este año que ya se nos va. Tan sólo pedí, tan sólo sugerí, que dentro de este ambiente rancio y agrio que nos está tocando vivir en España, que al menos, el premio del “GORDO” fuera muy repartido, y que fuera de cabeza a esas gentes que de verdad necesitan este dinero.
Dicen que es el premio más repartido de la historia del sorteo del “gordo”, ojalá que sea así.
Seguro que estos banqueros, financieros, manipuladores, usureros, políticos corruptos, ladrones con corbatas y duplex y re-duplex, yonkis del poder con la manos manchadas de almas hipotecada e incluso de manos manchadas por la sangre de la gente que no lo pudo soportar más. Seguro, se están retorciendo es sus inmensos sillones de piel, sufriendo en sus despachos, allá en lo alto, a mil metros del suelo de donde vivimos nosotros, lamentándose, maldiciendo al azar y a este sorteo, por su culpa no pueden seguir amasando vidas y ruinas de gentes humildes y pacificas.
De verdad, ayer, iba a felicitaros las navidades brindando con aceite de ricino, pero este sorteo, está ínfima esperanza a la que me agarraba ayer, se ha cumplido.
Oigo, Barbate, Algeciras, Ceuta, Melilla, Pontevedra, Almería....Qué se jodan los bancos, el lunes se cerrarán miles de cuentas, se cerrarán prestamos e hipotecas y se irán al garete intereses inhumanos que han hecho más pobre la condición humana.
El dinero es importante, lo sé, el dinero es necesario para vivir hoy en día, también lo sé. Pero sé que no vale una vida, sé que no valen esas horas perdidas sin tú familia, sin tus amigos, sin jugar con tus hijos, ese tiempo nunca lo podrás recuperarás, no hay suficiente dinero en el mundo para volver atrás en el tiempo.
He aprendido a ser más libre, cada día rompo un eslabón de esta cadena sujeta a una cuenta bancaria que me estrangulaba cada vez más, y de verdad, respirar es bueno.
El responsable de esta crisis en la que vivimos, en la que nos hemos instalado y parece que para muchos años, la que esta minando nuestra fe y nuestra esperanza, el responsable como digo es, el maldito dinero.
Aprovecho y brindo con un tapón de anís, por vosotros, por que las fiestas y el 2013 os sean lo más propicias posible.
Y pido. Cómo no!!, pido, porque este año me he portado muy bien y tengo derecho a pedir y, si es necesario a gritar, para que me oigan.
Y pido para que superemos esta dependencia al dinero. Pido por la verdad, para protegerla, para valorarla, para que vuelva a ser un cimiento básico de nuestro patrimonio personal. Pido para que vuelvan aquellos que se fueron escondidos en una tontería, en un excusa orgullosa y caprichosa, que se suelten de ese peso, y vuelvan. Pido un kilo de paciencia y, un cuarto y mitad de pararse, de respirar hondo, de tres segundos para poder cerrar los ojos y, respirar, y pensar lo que se va a decir y, volver a respirar antes de decirlo. Pido que el bien esté mejor visto. Pido que el mal muera, sin velatorio, sin entierro. Pido salud y recuperación y esperanza a todos aquellos que sufren una enfermedad injusta, y pido fuerza para sus acompañantes, para los hombros y brazos que ayudan a estos enfermos. Pido por la libertad y para que un niño vuelva a ser niño.
Pido, pido, pido, así hasta el infinito, igual que esos despostas que se permiten el lujo de pedir el mal, que nunca están saciados, que nunca se ver hartos del poder, a costa de pisar almas y cabezas si es necesario.
Yo pido, pido por la bondad de la personas, para que salga de ese escondite en las que ya lleva tanto tiempo agazapada, que salga sin prejuicios, sin miedo, que salga a la calle, a la portada del periódico, con la cabeza bien alta.
Y pido perdón. Perdón si he agraviado a alguien en este año. Perdón si en algún momento he molestado con algo. Lo hice sin querer, seguro.
Y porqué no....me pido una moto, como llevo haciéndolo desde hace quince años, a ver si este año....
Cuando cojáis las copas este año para brindar rodeados de amigos y familiares, acordaros de wiwi, aunque sea por unos segundos. Yo, queridos vecinos, seguro que me acordaré de todos vosotros.
Besos y abrazos, ¡¡ FELIZ NAVIDAD Y FELIZ 2013 !!
domingo, 9 de diciembre de 2012
EL PUENTE DE LAS DUDAS
Qué tal vecinos, y ese puente...yo con mis dudas, con mis inquietudes...cómo siempre. Aquí asomado al balcón alimentándome de un rayo de sol que se ha dejado ver por algunas horas. Eso si, envuelto en una bufanda y con la nariz y los pies helados. Menudo frío, este invierno se ha adelantado, no os parece. Pero cómo todo en estos momentos en los que vivimos. Ya es navidad..!!, no?... bueno ya es navidad hace tres semanas. Yo creo que el Día de los Santos ya era navidad, bueno cosas mías, ya sabéis.
Cómo digo, estoy aquí apoyado en el metal frío del pasamanos de mi balcón, intentando declinárme por “qué o cual” fiesta celebrar en este puente.
No penséis mal, el jueves día de la Constitución lo celebré con unos amigos, alrededor de una gran mesa, repleta de viandas, vino e ilusiones. La charla distendida, jovial y positiva: el tiempo, la poca aceituna que hay, el paro que no deja de subir, la falta de tejido industrial, la problemática de la educación, el futuro feo que le vemos a nuestros hijos (bueno a los míos no, a los de los demás si que si, esos si van a tener un futuro feo, los míos no, ellos son muy listos y no van a tener ningún problema, porque son mis hijos....pensamos todos sin decirlo claro), la crisis, la paga extra, que no es extra.
El sábado lo pasé mirando tejados, ahora es época de zorzales y palomos de buches gordos y lustrosos. La tejas al calentarse, son como las resistencias de un brasero y esas finas patitas lo agradecen, se “arrejuntán”, se arremolinan y el frío es menos frío en esta época para las bandadas de palomos.
Oteé tejados y tejas en busca de una paloma blanca, cómo era el Día de la Inmaculada Concepción buscaba por el objetivo de mi calibre 22” una paloma blanca con un halo dorado en su cabeza, no vaya a ser que tuviéramos lío. Nada, cómo el año anterior, nada de nada. Mucha paloma blanca pero sin pétalos de rosas y purpurina dorada alrededor suya. Mi vecino, el carpintero, con las circunstancia reflejada en su rostro, no paraba de entrar y salir de su casa mirando al cielo una y otra vez.
Acabo de leer la prensa, ya veis que locura, cómo esta semana no me ha llegado el último de Mortadelo y Filemón, pues me dije: “venga valiente, que ya llevás un tiempo sin leerla, venga que no pasa nada, que todo aquello se quedó en una mala pesadilla” y me puse a leer la prensa.
¡¡ Cómo no, la primera y en la frente...!!
Una enfermera británica se suicida después de recibir una broma de un programa de radio.
Vaya, tocate los cojones (perdón), cómo no tenía ya frío en las manos y la nariz, que la tengo helada, pues con esta noticia se me escarcha el corazón.
Me sorprendo, no. Me abruma, si.
Esto lo veía venir desde hace tiempo.
Sigo leyendo la noticia en distintos diarios y todos se rasgan la vestiduras, se escandalizan de lo sucedido y piden responsabilidades.
El viernes por la noche, en la radio de mi coche oí como se burlaban de una persona mayor. Gente joven, guapa y súper-preparada, y eso si, súper-modernos ojo. Se mofaban de una anciana a través de una llamada telefónica, y el respetable no paraba de reírse de la pobre anciana. La otra tarde en un programa de televisión, una mujer le arranca los pelos a otra porque se acostó con su “hombre”, como ella decía, refiriéndose a su.... hombre.
En el telediario, a las tres de la tarde, vimos como asesinaban a Gadafi en un frenesí sangriento, vimos también como mataban en directo y vía satélite, a Bin Laden y, como a treinta mineros africanos, que estaban haciendo una protesta a las puertas de la mina reivindicando un sueldo más digno y un trabajo más seguro, los fusilaron a sangre fría. En la portada de un periódico, hace algunas semanas, salía el cadáver de una mujer tendido en la acera que se suicidó por que la iban a desahuciar el banco. Por las mañanas, en la radio, se meten con la gente, tú dices que les gasten una broma pesada a un amigo o a una amiga, y que sirva de burla para toda España. En la televisión, en esos programas que se encierran en una casa, o se van a una isla desierta, hasta que uno no se acuesta con otra o otra no se acuesta con unos y otros, no paran de grabar el episodio.
Me sorprendo, no. Me abruma, si.
Si lees el artículo sobre esta enfermera británica, reconocen que después de oír la grabación de esta broma, la emisora de radio decide ponerla, sacarla a la luz, o mejor dicho, por las ondas, pues el gabinete de abogados del grupo mediático al que pertenece, no ve negligencia ni acto delictivo en esta broma.
Cómo siempre, los abogados no se fijan, o no ven a las personas, solo leyes y artículos y dinero, siempre el dinero, motivo o excusa por el que estos medios son su razón de ser. El dinero....
Lo peor de todo es que los ejemplos a los que me he referido son de la prensa, radio y canal de televisión con más audiencia de nuestro país.
Me avergüenza ver la reacción de la gente al ver como una persona tropieza y se cae en la calle delante tuya, la mayoría se ríe y dos o tres nos abalanzamos para procurarle ayuda a esta persona.
Me sorprendo, no. Me abruma, si.
Bueno vecinos ya tengo en mis manos el Mortadelo y Filemón de esta semana.
Hasta más ver.....
sábado, 10 de noviembre de 2012
OTRA PARTIDA, ME TOCA TIRAR A MÍ....
Bueno qué, seguimos, que parece que os gusta. Si es que esta amiga, Ana Mediana (aMe) tiene un ojo. Menudas fotografías. Ya sabéis, miradla, imaginar una historia, y ponedle un titulo.
título:
Esa mañana el sol se vistió de limpio, de nuevo. Esa mañana de jueves parecía domingo.
Tres días y tres noches sin parar de llover. Dos semanas ocultos bajo un cielo gris y triste, con vientos sangrantes que despellejaban el ánimo de la piel.
Ya era suficiente, ya tenía que aparecer el astro rey por algún lugar para disipar el malestar. Tenía que aparecer el azul del cielo y cubrirnos como si estuviéramos envueltos en papel de regalo.
Hasta Laura se despertó con una sonrisa.
Se puso las botas de agua, nerviosa. Sabía que con ese sol el recreo lo haría en el patio, entre charcos y barro, amontonando hojas secas, imaginando que a la vuelta mamá le regañaría por cómo vendría de manchas de barro y agua. Pero le daba igual, ese día, esa mañana, iba a ser genial pasarla en la escuela.
Víctor también se levantó antes. Despuntaba el alba y se preparó el café. Esperó los primeros rayos de sol frente al ventanal del salón, en su mano, sobre la mesa, un par de curriculums y ronroneando sobre su cabeza, un par de entrevistas de trabajo.
Esta vez si, esta vez le aseguró su cuñado que lo iban a contratar en el astillero, estaban negociado con la marina y el ministerio de defensa, el mantenimiento de toda la flota española y parte de la ONU, qué actuaban en la zona del atlántico norte.
Un buen pellizco para todos, se decía por el pueblo. Ha merecido la pena la tediosa espera, también mereció la pena la infinidad de cursos de formación, estériles y planos que ha estado dando durante los últimos veinte meses. A Víctor se le escapaba una sonrisa mezclada con el café, hacía ya tiempo que ese gesto se le olvidó, hacía ya tiempo que se le borró de su cara.
Rosa se restauraba la cara, cómo cada mañana. El maquillaje, barato o caro, aunque te lo eches por kilos, no tapa la angustia y la axfisia del alma y menos aún unos ojos que no duermen cerrados desde hace tiempo.
Estaba harta de aquella sonrisa falsa que mostraba cada mañana cuando salía ya del cuarto de baño, pero eso era su único escudo, su única forma de proteger lo que le rodeaba. No obstante esa mañana, cerró los ojos, y apretó fuertemente el lavabo, consolada, aliviada, esperanzada. Hoy si, hoy Víctor volvería a ser aquel fuerte soldador del que se enamoró nada más verlo envuelto en el hollín de la ferralla. En ese momento, frente al espejo del baño, mirando al techo con los ojos muy abiertos, volvió a pedirle a todos los santos y a todos los demonios para que aquel guiñapo que estaba sentado tomando café en el salón de sus casa, recuperara su normalidad de hombre y padre, que por culpa de esta crisis había perdido el día que lo pusieron en la calle, sin explicaciones, a él y a trescientos cuarenta compañeros del astillero.
Un simple beso en la frente bastó, no quiso crearle expectativas y menos aún responsabilidades. Rosa marchó ha hacer el portal y las dos casas que tenía las mañanas de los jueves, suplicando para sus adentros por el bien de su marido. Ni siquiera se percató que dentro de su botas, los calcetines eran diferentes.
Hoy Víctor acompañaba a Laura al colegio. La niña, con sus botas de agua estaba loca por llegar a la fila de su clase. Allí, con sus compañeros, comenzaron el baile sobre charcos y hojas secas. Hoy Laura, aunque no atienda en clase y no aprenda nada, seguro que se lo pasará fenomenal.
Víctor dejó el primer curriculum en el bar donde solía alternar. A Martín, el dueño, le extrañó. El puesto de pinche, de friegaplatos por horas que ofertaba, no era el correcto para su cliente y amigo Víctor, pero la cosa está bastante mal.
Víctor salió del bar tocándose el pecho, acariciando el curriculum que llevaba en el interior de la cazadora. La segunda entrevista era la que llevaba tanto tiempo esperando. Se la había preparado a conciencia, la había representado frente al espejo un montó de veces, asistió a aquellos estúpidos cursos porque se lo recomendaron desde el astillero, aguantó todo lo que un hombre no puede, o no debe aguantar por un simple jornal.
El parking de la fabrica estaba desierto. En las amplias oficinas, tres o cuatro personas, solas, esturreadas entre un mar de mesas y ordenadores y maquinas obsoletas y paradas.
El Sr. Julián le atendió gentilmente, agarró aquel trozo de papel que Víctor le entregó como si fuese la prenda más valiosa que tenía, y el Sr. Julián lo puso bajo una pila de curriculums.
Para despedirse, un apretón de manos y una palmadita en la espalda, y ya en la puerta.
- Amigo Víctor, no somos nadie. Los belgas, con los pocos habíos que tienen para esto, pues se lo han quedado todo, ¿no queríamos Europa?, pues ahí lo tienes...!!, todo para ellos. Bueno hombre, con Dios.
A la mañana siguiente, después de llevar a Laura al colegio, y en el momento en el que Víctor se colocaba un delantal y se disponía a fregar los platos y vasos del bar Martín.
Rosa saltó desde el salón de su casa, a la acera de la calle.
En su mano, clavada entre sus uñas, una carta de desahucio.
Si querida Ana Medina (aMe), cuando una rosa muere sobre una acera envuelta en sangre, muere la flor más fuerte y linda de todo el jardín.....y lo sé por experiencia.
Este post se lo dedico a la señora que el viernes pasado se quitó la vida en Barakaldo a causa (parece ser) del desahucio de su casa.
¡¡...Por favor, esto tiene parar ya...¡¡
Una misera hipoteca, un misero billete de mil, o de de cinco euros, no vale una vida....y menos la de una Rosa...
Besos Señora allá donde estés, y si los humanos con sus hipocresías hemos tenido la culpa de su trágico final. En lo que a mí me corresponde, le pido perdón y más sinceras disculpas...
Buenas noches querid......hasta otro día.
título:
Esa mañana el sol se vistió de limpio, de nuevo. Esa mañana de jueves parecía domingo.
Tres días y tres noches sin parar de llover. Dos semanas ocultos bajo un cielo gris y triste, con vientos sangrantes que despellejaban el ánimo de la piel.
Ya era suficiente, ya tenía que aparecer el astro rey por algún lugar para disipar el malestar. Tenía que aparecer el azul del cielo y cubrirnos como si estuviéramos envueltos en papel de regalo.
Hasta Laura se despertó con una sonrisa.
Se puso las botas de agua, nerviosa. Sabía que con ese sol el recreo lo haría en el patio, entre charcos y barro, amontonando hojas secas, imaginando que a la vuelta mamá le regañaría por cómo vendría de manchas de barro y agua. Pero le daba igual, ese día, esa mañana, iba a ser genial pasarla en la escuela.
Víctor también se levantó antes. Despuntaba el alba y se preparó el café. Esperó los primeros rayos de sol frente al ventanal del salón, en su mano, sobre la mesa, un par de curriculums y ronroneando sobre su cabeza, un par de entrevistas de trabajo.
Esta vez si, esta vez le aseguró su cuñado que lo iban a contratar en el astillero, estaban negociado con la marina y el ministerio de defensa, el mantenimiento de toda la flota española y parte de la ONU, qué actuaban en la zona del atlántico norte.
Un buen pellizco para todos, se decía por el pueblo. Ha merecido la pena la tediosa espera, también mereció la pena la infinidad de cursos de formación, estériles y planos que ha estado dando durante los últimos veinte meses. A Víctor se le escapaba una sonrisa mezclada con el café, hacía ya tiempo que ese gesto se le olvidó, hacía ya tiempo que se le borró de su cara.
Rosa se restauraba la cara, cómo cada mañana. El maquillaje, barato o caro, aunque te lo eches por kilos, no tapa la angustia y la axfisia del alma y menos aún unos ojos que no duermen cerrados desde hace tiempo.
Estaba harta de aquella sonrisa falsa que mostraba cada mañana cuando salía ya del cuarto de baño, pero eso era su único escudo, su única forma de proteger lo que le rodeaba. No obstante esa mañana, cerró los ojos, y apretó fuertemente el lavabo, consolada, aliviada, esperanzada. Hoy si, hoy Víctor volvería a ser aquel fuerte soldador del que se enamoró nada más verlo envuelto en el hollín de la ferralla. En ese momento, frente al espejo del baño, mirando al techo con los ojos muy abiertos, volvió a pedirle a todos los santos y a todos los demonios para que aquel guiñapo que estaba sentado tomando café en el salón de sus casa, recuperara su normalidad de hombre y padre, que por culpa de esta crisis había perdido el día que lo pusieron en la calle, sin explicaciones, a él y a trescientos cuarenta compañeros del astillero.
Un simple beso en la frente bastó, no quiso crearle expectativas y menos aún responsabilidades. Rosa marchó ha hacer el portal y las dos casas que tenía las mañanas de los jueves, suplicando para sus adentros por el bien de su marido. Ni siquiera se percató que dentro de su botas, los calcetines eran diferentes.
Hoy Víctor acompañaba a Laura al colegio. La niña, con sus botas de agua estaba loca por llegar a la fila de su clase. Allí, con sus compañeros, comenzaron el baile sobre charcos y hojas secas. Hoy Laura, aunque no atienda en clase y no aprenda nada, seguro que se lo pasará fenomenal.
Víctor dejó el primer curriculum en el bar donde solía alternar. A Martín, el dueño, le extrañó. El puesto de pinche, de friegaplatos por horas que ofertaba, no era el correcto para su cliente y amigo Víctor, pero la cosa está bastante mal.
Víctor salió del bar tocándose el pecho, acariciando el curriculum que llevaba en el interior de la cazadora. La segunda entrevista era la que llevaba tanto tiempo esperando. Se la había preparado a conciencia, la había representado frente al espejo un montó de veces, asistió a aquellos estúpidos cursos porque se lo recomendaron desde el astillero, aguantó todo lo que un hombre no puede, o no debe aguantar por un simple jornal.
El parking de la fabrica estaba desierto. En las amplias oficinas, tres o cuatro personas, solas, esturreadas entre un mar de mesas y ordenadores y maquinas obsoletas y paradas.
El Sr. Julián le atendió gentilmente, agarró aquel trozo de papel que Víctor le entregó como si fuese la prenda más valiosa que tenía, y el Sr. Julián lo puso bajo una pila de curriculums.
Para despedirse, un apretón de manos y una palmadita en la espalda, y ya en la puerta.
- Amigo Víctor, no somos nadie. Los belgas, con los pocos habíos que tienen para esto, pues se lo han quedado todo, ¿no queríamos Europa?, pues ahí lo tienes...!!, todo para ellos. Bueno hombre, con Dios.
A la mañana siguiente, después de llevar a Laura al colegio, y en el momento en el que Víctor se colocaba un delantal y se disponía a fregar los platos y vasos del bar Martín.
Rosa saltó desde el salón de su casa, a la acera de la calle.
En su mano, clavada entre sus uñas, una carta de desahucio.
Si querida Ana Medina (aMe), cuando una rosa muere sobre una acera envuelta en sangre, muere la flor más fuerte y linda de todo el jardín.....y lo sé por experiencia.
Este post se lo dedico a la señora que el viernes pasado se quitó la vida en Barakaldo a causa (parece ser) del desahucio de su casa.
¡¡...Por favor, esto tiene parar ya...¡¡
Una misera hipoteca, un misero billete de mil, o de de cinco euros, no vale una vida....y menos la de una Rosa...
Besos Señora allá donde estés, y si los humanos con sus hipocresías hemos tenido la culpa de su trágico final. En lo que a mí me corresponde, le pido perdón y más sinceras disculpas...
Buenas noches querid......hasta otro día.
lunes, 5 de noviembre de 2012
OTRA PARTIDA DE NUESTRO JUEGO...!!
Qué tal vecinos, jugamos otra vez.
Recordar, mirad la fotografía, cerrad los ojos y ponerle un título. No tengáis prisa, buscar una historia y dejad que la imaginación, por unos momentos os fluya.
Yo encontré la mía, pero ya sabéis que mi imaginación fluye más espesa que la vuestra.
Erase una vez un susurro.
Allí, en lo alto, entre tomos y lomos de libros gigantes. En cuclillas y sin hacer ruido, se esconde una pequeña obra. Se abraza y se ruborizaba, entre espadas de reyes, entre ballenas blancas y amores prohibidos de familias encontradas. Allí, junto a un loco hidalgo con su enclenque corcel, este pequeño se abraza con más fuerza para proteger la tinta que forman las palabras de sus cuentos. Se abraza y las ilustraciones de su interior esa noche dormirán más calentitas. Aquel texto se empapaba de todo lo que a su alrededor acontecía. De cuclillas y abrazado, protegiendo sus cuentos, aquel libro pasaba los días en aquella estantería viendo danzar poetas e historias qué cambiaron el devenir de la vida y de la historia de la literatura.
Me sorprendió que lo escogiera, allí, en aquella estantería repleta de lomos de piel, de títulos con letras de oro, de firmás de autores y autoras consagrados en la literatura. Me sorprendió que eligiera el más pequeño de todos. Pero lo tenía bastante claro.
- Parece que al sol se le ha escapado un rayito – me dijo mi pequeña mientras trepaba por la escalera hasta coger aquel libro de cuentos.
Conocimos a Rosamarchita a través de su pescador, y comenzamos a quererla un poco más, y cómo Deidamia, sus pinchos de rosa, ya no pinchan, acarician.
De Carmen Alguacil nos enamoramos y nos introducimos en su mundo ya desde la portada. Con su relato de ojos: de ojos desencajados....con sus dibujos de corazones en tarros de cristal e insectos ardientes. De cómo el arte fluye por sus venas y revienta en forma de palabras y de trazos de colores.
- Este cuento en nuevo para mi - me decía cada noche antes de dormir.
Carmen Infante y Fernando fueron en la misma noche, y ese no era el trato. El trato era, un cuento por noche, pero yo no podía parar de leer, y ella, no paraba de estar despierta.
Al leer Isabel Padilla decidió que de mayor quería ser “sibila”, aunque yo, entre susurros le dije, que ya era musa.
Coincidimos los dos en que las madres sufren por sus hijos, que parecen que están en el mundo para padecer por ellos. Aunque también coincidimos en que la felicidad de una madre, son sus hijos.
Con Isabel Tejada aprendimos de todo, hasta de colores: pelirrojo y mandarina. Nos llevó hasta Siracusa. Donde unos vieron un mirlo dorado, que no era dorado, nosotros vimos amor y nervios. Y en la Sala 9, el arte revoloteaba de pared en pared, con preguntas, cuestiones, con amor y desamor.
El alma de Jesús Mollinedo se alimenta de la historia. Y te habla de guerras imposibles, y de costumbres ancestrales que envuelven tradiciones matrimoniales que perduran por los siglos de los siglos. Qué pasión por contar, por contarte como fue, por explicarte de donde venimos.
A José Luis Chaves le encanta que todo acabe bien. Aunque le tenga que hacer frente a un inquisidor. Aunque tenga que poner patas arriba un museo para frustrar un delito, un robo vil con alevosía y, sobretodo, con nocturnidad.
- ¿Qué es un cebú papi? - me preguntó extrañada apretando con fuerza su peluche, sentada sobre la almohada, mirando el techo de la habitación, sin ganas de dormir.
De wiwi...., nos miramos a los ojos y nos echamos a dormir. Pero con un ojo abierto...
Y Pilar y Viviana nos mostraron la sabiduría y experiencia de la vejez. La enfermedad y la rebeldía también pueden ser románticas, y ellas, Pilar y Vivi se sumergen cada mañana en un baño de romanticismo y amor y sus cuentos así nos lo mostraron.
Por fin duerme y se que duerme entre sueños bellos, sueños adornados por unos cuentos que le acompañaran toda la vida. Y eso, a mi, me reconforta.
Un saludo queridos vecinos....y que tengáis dulces sueños. Como ella.
Recordar, mirad la fotografía, cerrad los ojos y ponerle un título. No tengáis prisa, buscar una historia y dejad que la imaginación, por unos momentos os fluya.
Yo encontré la mía, pero ya sabéis que mi imaginación fluye más espesa que la vuestra.
Erase una vez un susurro.
Allí, en lo alto, entre tomos y lomos de libros gigantes. En cuclillas y sin hacer ruido, se esconde una pequeña obra. Se abraza y se ruborizaba, entre espadas de reyes, entre ballenas blancas y amores prohibidos de familias encontradas. Allí, junto a un loco hidalgo con su enclenque corcel, este pequeño se abraza con más fuerza para proteger la tinta que forman las palabras de sus cuentos. Se abraza y las ilustraciones de su interior esa noche dormirán más calentitas. Aquel texto se empapaba de todo lo que a su alrededor acontecía. De cuclillas y abrazado, protegiendo sus cuentos, aquel libro pasaba los días en aquella estantería viendo danzar poetas e historias qué cambiaron el devenir de la vida y de la historia de la literatura.
Me sorprendió que lo escogiera, allí, en aquella estantería repleta de lomos de piel, de títulos con letras de oro, de firmás de autores y autoras consagrados en la literatura. Me sorprendió que eligiera el más pequeño de todos. Pero lo tenía bastante claro.
- Parece que al sol se le ha escapado un rayito – me dijo mi pequeña mientras trepaba por la escalera hasta coger aquel libro de cuentos.
Conocimos a Rosamarchita a través de su pescador, y comenzamos a quererla un poco más, y cómo Deidamia, sus pinchos de rosa, ya no pinchan, acarician.
De Carmen Alguacil nos enamoramos y nos introducimos en su mundo ya desde la portada. Con su relato de ojos: de ojos desencajados....con sus dibujos de corazones en tarros de cristal e insectos ardientes. De cómo el arte fluye por sus venas y revienta en forma de palabras y de trazos de colores.
- Este cuento en nuevo para mi - me decía cada noche antes de dormir.
Carmen Infante y Fernando fueron en la misma noche, y ese no era el trato. El trato era, un cuento por noche, pero yo no podía parar de leer, y ella, no paraba de estar despierta.
Al leer Isabel Padilla decidió que de mayor quería ser “sibila”, aunque yo, entre susurros le dije, que ya era musa.
Coincidimos los dos en que las madres sufren por sus hijos, que parecen que están en el mundo para padecer por ellos. Aunque también coincidimos en que la felicidad de una madre, son sus hijos.
Con Isabel Tejada aprendimos de todo, hasta de colores: pelirrojo y mandarina. Nos llevó hasta Siracusa. Donde unos vieron un mirlo dorado, que no era dorado, nosotros vimos amor y nervios. Y en la Sala 9, el arte revoloteaba de pared en pared, con preguntas, cuestiones, con amor y desamor.
El alma de Jesús Mollinedo se alimenta de la historia. Y te habla de guerras imposibles, y de costumbres ancestrales que envuelven tradiciones matrimoniales que perduran por los siglos de los siglos. Qué pasión por contar, por contarte como fue, por explicarte de donde venimos.
A José Luis Chaves le encanta que todo acabe bien. Aunque le tenga que hacer frente a un inquisidor. Aunque tenga que poner patas arriba un museo para frustrar un delito, un robo vil con alevosía y, sobretodo, con nocturnidad.
- ¿Qué es un cebú papi? - me preguntó extrañada apretando con fuerza su peluche, sentada sobre la almohada, mirando el techo de la habitación, sin ganas de dormir.
De wiwi...., nos miramos a los ojos y nos echamos a dormir. Pero con un ojo abierto...
Y Pilar y Viviana nos mostraron la sabiduría y experiencia de la vejez. La enfermedad y la rebeldía también pueden ser románticas, y ellas, Pilar y Vivi se sumergen cada mañana en un baño de romanticismo y amor y sus cuentos así nos lo mostraron.
Por fin duerme y se que duerme entre sueños bellos, sueños adornados por unos cuentos que le acompañaran toda la vida. Y eso, a mi, me reconforta.
Un saludo queridos vecinos....y que tengáis dulces sueños. Como ella.
domingo, 28 de octubre de 2012
JUGAMOS VECINOS...!!
Qué tal vecinos, os apetece un juego en esta tarde fría, en esta tarde de enagüillas, de mantas en el sofá, en esta tarde de las primeras lumbres en las chimeneas. Lo dicho vecinos, jugamos.
Antes os debo presentar a una amiga, más bien a su mirada, a su arte. Ana Medina es una compañera en la asociación Lapislázuli literaria, aparte de su gran literatura está desarrollando otro arte, la fotografía. Somos afortunados aquellos que recibimos sus diapositivas, aquellos que nos encontramos dentro de su objetivo. De verdad queridos vecinos estas fotografías tienen mucho sentimiento y mucha fuerza.
Bueno al lío, ya iréis conociendo la obra de esta estupenda artista. El juego.
Consiste en que, yo os mostraré una fotografía de esta amiga, un momento, una sensación. Vosotros, desde el sofá, o desde la silla del ordenador, miraréis la fotografía. Daros 10 o 15 segundos, o tres horas...cerrad los ojos, escribir un titulo de la fotografía, imaginad una historia sobre esa diapositiva, y saborear esta diapositiva. Yo contaré mi visión.
Un saludo y sobretodo....acurrucaros y arrimaros en estas tardes de frío vecinos.
Preciosa verdad, pensad un titulo:
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Comenzó a llover de repente. Extraño, porque las lluvias no se esperaban hasta la noche, pero aquellos aires durante la mañana no auguraban nada bueno.
Amed ese día llevaba dos cajas, por si acaso, una con gorras de marcas deportivas y de equipos de fútbol, y la otra con paraguas. En media hora y bajo los soportales de un gran edificio que hay en la avenida, vendió todos los paraguas.
En aquellos soportales nos aglutinamos casi todos los peatones que en ese momento andábamos por ese sitio de la ciudad. Yo le compré el último paraguas, uno de esos diminutos, plegables, mi orondo cuerpo tiene más diámetro que aquella sombrillita de cóctel, pero bueno el protocolo dice que hay que ir con la cabeza cubierta en caso de lluvia.
Ella llegó hasta el soportal. Empapada, con su melena aplastada sobre la cara y chorreando. Nadie se percibió de su presencia ya que la lluvia en esos momentos jarreaba fuera, la gente estaba más pendiente de la inclemencia, pero yo si la vi, desde el primer momento, a ella y, a esos largos tacones.
Se quedó estática por unos segundos esperando que el agua escurriera por su cuerpo, miraba al suelo, al charco que se formó junto a sus zapatos de tacón y tuvo la sensación de que no iba terminar de gotear en su vida.
Entonces un par de rayos a poca distancia y un trueno solitario pero sonoro como una bomba, pusieron en marcha poco a poco a todos los que estábamos allí.
- vamonos que esto va en serio - decían algunos.
Aquel portal con vistas a una tormenta se fue quedando solo. Tras de mi, Amed con dos gorras sobre su sesera encogía sus hombros y su cara reflejaba asombro. A mi lado una anciana con un perrito en brazos y la incertidumbre en sus ojos, salir a la acera o esperar a ver en que terminaba aquella tragedia natural. Y la chica de los tacones al fin levantó la cara, ese gesto hizo que algunas gotas resbalasen por su cara, la pobre, por un momento parecía que llevara horas llorando desconsolada. Miró a su alrededor, miró a Amed, miró al cielo, miró el reloj, se le escapó una mueca de contrariedad, y se miró las piernas, más aún, el final de sus finas piernas.
Aquellos zapatos, por la mañana, frente al espejo que tiene en su dormitorio, quedaban estupendos, pero ahora, entre aquella tormenta repentina, eran un fastidio.
Yo hice lo mismo, miré donde ella miró para intentar averiguar lo que pasaba por su cabeza. Cada vez me resultaba más bella, así con esa pinta de cigüeña empapada.
De su diminuto bolso sacó un diminuto teléfono móvil, se giró e intentó ocultar la conversación a los pocos que nos encontrábamos allí.
- eres un cabrón ̶ se oyó al final de la conversación.
Recuperó la verticalidad, recuperó la compostura, miró al frente pero con la mirada perdida, vacía. Suspiró y, de nuevo miró hacia el suelo.
Por sus mejillas, esta vez, si resbalan lágrimas. Se las quitó de la cara como si fuera lluvia, como si no pasara nada, pero aquellos surcos en su cara, como si fuera un campo recién arado, no se le borraron tan fácilmente.
Sin decir nada me aproximé a ella y le coloqué aquel diminuto paraguas sobre su cabeza.
- ¿ Me dejas que te ayude?, deja que te acompañe donde tú quieras ̶ le dije, ojeando incrédulo aquella impenetrable cortina de agua.
Me miró de arriba abajo, miró la lluvia, dirigió su mirada hacia el minúsculo paraguas, y arqueó las cejas extrañada. Sin más, se agarró a mi cintura y emprendimos el camino bajo aquel diluvio.
Nos enlazados como dos enamorados bajo las cataratas del cielo.
Ella se metió en mi costado, agarraba mi cintura fuertemente y su cara la hundió en mi pecho, como protegiéndose, como descansado, como el que abraza a su peluche en busca de consuelo.
Parece que lo encontró, no dijo nada y hundía su cara cada vez más en mi cuerpo.
Protegí el suyo como pude, pero yo estaba calado hasta los tuétanos. Aquel pequeño paraguas, si acaso, cubría sólo su cabeza ,y yo, como buen caballero, chorreando y rezando para que su destino no fuera muy lejos de allí.
Caminamos durante al menos veinte minutos hasta llegar a su portal.
Me quedé en la puerta. Y me arrastró hasta dentro de un puñado.
- Al menos te debo un café ̶ me dijo mientras tiraba de mi escaleras arriba.
Ya, en su sofá, a la vez que me secaba con una toalla comenzó ha hablarme con voz rota y ahogada.
Me contó su malograda vida matrimonial, me habló de su ex marido, el “perfecto abogado de éxito”, qué le quitó su alma, su sombra, hasta la custodia de su hija, aquel malnacido le robó su vida. Sofía habló un buen rato sentada en el sillón mirándose el final de sus piernas, con la angustia en el garganta. Esa mañana asistía a una entrevista de trabajo, pero llegó tarde, y su ex no quiso ayudarla cuando más llovía. Se sentó frente a mi, posó su manos sobre mis rodillas y lentamente comenzó a ascenderlas.
Esa manía mía del honor y la caballerosidad hizo que parara esa situación.
Me estaba despidiendo de Sofía en la puerta, cuando se me abrazó al cuello.
̶ Gracias ̶ musitó entre lágrimas.
Comenzamos a besarnos, acaricié su espalda, arrimé su cintura contra la mía y besé su cuello. Besé sus labios, sus mejillas. Ella se dejaba hacer.
Mis manos agarraron su cuello y mientras la besaba, apreté su garganta, apreté hasta que noté sus pulsaciones, noté el fluir de la sangre en sus venas, en aquel cuello, limpio, delicado. Y apreté, apreté hasta que sus ojos no miraban hacia ningún lado, sus pupilas se dilataron y se perdieron en la oscuridad. Apreté hasta que el aire ni entraba ni salía de su cuerpo.
Una lágrima se le escapó en el último gramo de vida. La besé, quise saber el sabor de su última lágrima. Y aquella lágrima sabía a pregunta, sabía a “por qué a mí, por qué yo, qué le hecho yo a la vida”....
Estaba claro, aquellos zapatos debían estar en mi armario....
Antes os debo presentar a una amiga, más bien a su mirada, a su arte. Ana Medina es una compañera en la asociación Lapislázuli literaria, aparte de su gran literatura está desarrollando otro arte, la fotografía. Somos afortunados aquellos que recibimos sus diapositivas, aquellos que nos encontramos dentro de su objetivo. De verdad queridos vecinos estas fotografías tienen mucho sentimiento y mucha fuerza.
Bueno al lío, ya iréis conociendo la obra de esta estupenda artista. El juego.
Consiste en que, yo os mostraré una fotografía de esta amiga, un momento, una sensación. Vosotros, desde el sofá, o desde la silla del ordenador, miraréis la fotografía. Daros 10 o 15 segundos, o tres horas...cerrad los ojos, escribir un titulo de la fotografía, imaginad una historia sobre esa diapositiva, y saborear esta diapositiva. Yo contaré mi visión.
Un saludo y sobretodo....acurrucaros y arrimaros en estas tardes de frío vecinos.
Preciosa verdad, pensad un titulo:
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Comenzó a llover de repente. Extraño, porque las lluvias no se esperaban hasta la noche, pero aquellos aires durante la mañana no auguraban nada bueno.
Amed ese día llevaba dos cajas, por si acaso, una con gorras de marcas deportivas y de equipos de fútbol, y la otra con paraguas. En media hora y bajo los soportales de un gran edificio que hay en la avenida, vendió todos los paraguas.
En aquellos soportales nos aglutinamos casi todos los peatones que en ese momento andábamos por ese sitio de la ciudad. Yo le compré el último paraguas, uno de esos diminutos, plegables, mi orondo cuerpo tiene más diámetro que aquella sombrillita de cóctel, pero bueno el protocolo dice que hay que ir con la cabeza cubierta en caso de lluvia.
Ella llegó hasta el soportal. Empapada, con su melena aplastada sobre la cara y chorreando. Nadie se percibió de su presencia ya que la lluvia en esos momentos jarreaba fuera, la gente estaba más pendiente de la inclemencia, pero yo si la vi, desde el primer momento, a ella y, a esos largos tacones.
Se quedó estática por unos segundos esperando que el agua escurriera por su cuerpo, miraba al suelo, al charco que se formó junto a sus zapatos de tacón y tuvo la sensación de que no iba terminar de gotear en su vida.
Entonces un par de rayos a poca distancia y un trueno solitario pero sonoro como una bomba, pusieron en marcha poco a poco a todos los que estábamos allí.
- vamonos que esto va en serio - decían algunos.
Aquel portal con vistas a una tormenta se fue quedando solo. Tras de mi, Amed con dos gorras sobre su sesera encogía sus hombros y su cara reflejaba asombro. A mi lado una anciana con un perrito en brazos y la incertidumbre en sus ojos, salir a la acera o esperar a ver en que terminaba aquella tragedia natural. Y la chica de los tacones al fin levantó la cara, ese gesto hizo que algunas gotas resbalasen por su cara, la pobre, por un momento parecía que llevara horas llorando desconsolada. Miró a su alrededor, miró a Amed, miró al cielo, miró el reloj, se le escapó una mueca de contrariedad, y se miró las piernas, más aún, el final de sus finas piernas.
Aquellos zapatos, por la mañana, frente al espejo que tiene en su dormitorio, quedaban estupendos, pero ahora, entre aquella tormenta repentina, eran un fastidio.
Yo hice lo mismo, miré donde ella miró para intentar averiguar lo que pasaba por su cabeza. Cada vez me resultaba más bella, así con esa pinta de cigüeña empapada.
De su diminuto bolso sacó un diminuto teléfono móvil, se giró e intentó ocultar la conversación a los pocos que nos encontrábamos allí.
- eres un cabrón ̶ se oyó al final de la conversación.
Recuperó la verticalidad, recuperó la compostura, miró al frente pero con la mirada perdida, vacía. Suspiró y, de nuevo miró hacia el suelo.
Por sus mejillas, esta vez, si resbalan lágrimas. Se las quitó de la cara como si fuera lluvia, como si no pasara nada, pero aquellos surcos en su cara, como si fuera un campo recién arado, no se le borraron tan fácilmente.
Sin decir nada me aproximé a ella y le coloqué aquel diminuto paraguas sobre su cabeza.
- ¿ Me dejas que te ayude?, deja que te acompañe donde tú quieras ̶ le dije, ojeando incrédulo aquella impenetrable cortina de agua.
Me miró de arriba abajo, miró la lluvia, dirigió su mirada hacia el minúsculo paraguas, y arqueó las cejas extrañada. Sin más, se agarró a mi cintura y emprendimos el camino bajo aquel diluvio.
Nos enlazados como dos enamorados bajo las cataratas del cielo.
Ella se metió en mi costado, agarraba mi cintura fuertemente y su cara la hundió en mi pecho, como protegiéndose, como descansado, como el que abraza a su peluche en busca de consuelo.
Parece que lo encontró, no dijo nada y hundía su cara cada vez más en mi cuerpo.
Protegí el suyo como pude, pero yo estaba calado hasta los tuétanos. Aquel pequeño paraguas, si acaso, cubría sólo su cabeza ,y yo, como buen caballero, chorreando y rezando para que su destino no fuera muy lejos de allí.
Caminamos durante al menos veinte minutos hasta llegar a su portal.
Me quedé en la puerta. Y me arrastró hasta dentro de un puñado.
- Al menos te debo un café ̶ me dijo mientras tiraba de mi escaleras arriba.
Ya, en su sofá, a la vez que me secaba con una toalla comenzó ha hablarme con voz rota y ahogada.
Me contó su malograda vida matrimonial, me habló de su ex marido, el “perfecto abogado de éxito”, qué le quitó su alma, su sombra, hasta la custodia de su hija, aquel malnacido le robó su vida. Sofía habló un buen rato sentada en el sillón mirándose el final de sus piernas, con la angustia en el garganta. Esa mañana asistía a una entrevista de trabajo, pero llegó tarde, y su ex no quiso ayudarla cuando más llovía. Se sentó frente a mi, posó su manos sobre mis rodillas y lentamente comenzó a ascenderlas.
Esa manía mía del honor y la caballerosidad hizo que parara esa situación.
Me estaba despidiendo de Sofía en la puerta, cuando se me abrazó al cuello.
̶ Gracias ̶ musitó entre lágrimas.
Comenzamos a besarnos, acaricié su espalda, arrimé su cintura contra la mía y besé su cuello. Besé sus labios, sus mejillas. Ella se dejaba hacer.
Mis manos agarraron su cuello y mientras la besaba, apreté su garganta, apreté hasta que noté sus pulsaciones, noté el fluir de la sangre en sus venas, en aquel cuello, limpio, delicado. Y apreté, apreté hasta que sus ojos no miraban hacia ningún lado, sus pupilas se dilataron y se perdieron en la oscuridad. Apreté hasta que el aire ni entraba ni salía de su cuerpo.
Una lágrima se le escapó en el último gramo de vida. La besé, quise saber el sabor de su última lágrima. Y aquella lágrima sabía a pregunta, sabía a “por qué a mí, por qué yo, qué le hecho yo a la vida”....
Estaba claro, aquellos zapatos debían estar en mi armario....
domingo, 21 de octubre de 2012
HARTO...!!
No sé bien como comenzar este post. Y no sé bien porque no quería escribirlo, pero ya está uno HARTO de muchas cosas. Y digo muchas cosas por no decir HARTO de casi todo. Me agarro a un hilo fino, casi transparente, casi liviano. Me agarro a algo que no puedo explicar, pero que todos tenemos en el fondo del armario de nuestro corazón.
Harto: de mentiras, de hipocresías, de trepas que se aprovechan de esta crisis. Harto de esta crisis, que tanto les gusta a mucha gente. Harto de la falta de conciencia, cívica, social y natural. Harto de politicuchos venidos a más, con aires de sabe-lo-todo que lo único que buscan es llenarse la barriga y criticar a los demás. Gentes que han llegado a donde están por la ley del mínimo esfuerzo y pregonan sabiduría y excelencia, y no son capaces de mirarse al espejo sin echar la vista abajo.
Estoy HARTO de no poder hacer nada, de estar atado de pies y manos. HARTO de que me digan cómo se hace y como se dice.
Me pregunto mucho, y pido consejo a aquellos a los que creo que saben....”Hasta cuando podremos aguantar...??”.
Vivimos en la sociedad del “...yo más. No perdona, yo más”.
No os dais cuenta la importancia que tienen esos personajes vividores e inculturales del “salvame”, de los corrillos sangrantes de odios y rencillas que los platós de televisión inventan y pactan para que vivamos en la mediocridad cerebral. No os dais cuenta el mal que están haciendo a nuestras, perdón, a vuestras cabezas. Eso no es valido, esa no es la verdad.
Estoy HARTO de que sólo sea blanco o negro, o PP o PSOE, o Barça o Madrid, o, a favor o en contra, o verdad, o, mentira. Nadie media, nadie refuta, nadie idea nada.
Se vive mejor desde la barrera, criticando al torero, al toro, al albero, y si no hay nada más, sacan las faltas de la pintura de coso si hace falta, y estrujan aún más esa amalgama de crítica y rencor y en vez de aportar, tiran la piedra y esconden la mano, pero no tienen narices, perdón, no tenemos narices de mirarle a los ojos al toro.
“Yo más. No, no, perdona, pero yo, mucho más”.
Solamente oigo consejos banales, criticas de mercachifles, nadie dice nada coherente, y sobretodo, nadie dice nada lógico.
-Ahora la culpa de esto lo tienen los médicos y enfermeras. No, espera, ahora son los profesores, tienen que trabajar dos horas más a la semana, menudos caraduras!!. Si ya, y los funcionarios qué, que te parecen. A esos, a esos al paredón por Dios, si son los causantes de este mal.
HARTO de gastar saliva e ideas para criticar a los catalanes, a los vasco, a los alemanes, a los franceses, a los griegos, a los...a los...
Y HARTO de no ver que somos la comunidad con más parados. Qué hemos acabado con las expectativas laborales y con la motivación de una generación de jóvenes y estamos haciendo lo mismo con la siguiente. Que estamos a la cola de Europa en cualificación académica, y ahí si tienen culpa los docentes y estoy HARTO de que no actúen ellos para solucionarlo.
Estoy HARTO de dar explicaciones. HARTO de que no se mire atrás, de no hacerle caso a la historia, a lo vivido. HARTO de no acordarnos de nuestra procedencia, de nuestras raíces.
HARTO de ningunear la amistad, de mal usarla, de jugar con ella a beneplácito del: ¡¡…ahora si, ahora no!!
Lucho cada día educando a mis hijos dentro de una cordura, intentando alargar lo máximo posible para que no entren en esta sociedad consumista y envidiosa, pero todo este trabajo se cae por los suelos rápidamente a causa de las referencias e influencias que los medios e inclusos otros padres promueven. Estoy HARTO de ser el malo con mis hijos y no es justo pues mi vida gira en enseñarles el mayor numero de puertas para que ellos puedan ver detrás y elegir la mejor para ellos.
Estoy HARTO de aguantarme, de callarme, de que siempre tenga yo la culpa de todo. De que me mezclen con las manzanas podridas.
No tengo la solución, ni pretendo. No sé cómo debe ser. Pero sé, que este camino no lleva a buen puerto. Sé que si seguimos así, la vida de mis hijos será peor que la mía y eso sería un error, no se lo merecen.
HARTO del dinero y el poder, HARTO del “yo más qué tú...”
Sólo alzo mi brazo y pregunto: “NO LO ENTIENDO, SI SE PUEDE HECER MEJOR, POR QUÉ NO LO HACEMOS”. Todavía nadie me ha contestado, pero al menos no pueden quitarme eso. Seré el único ignorante que mantiene el brazo en alto y en silencio, preguntado.....
Esta fotografía que os presento queridos vecinos (le pese a quién le pese) me costó años llegar a ella. Creo que es la puerta a la que me ha llevado lo vivido, a la que me ha llevado esta corta, aunque profunda experiencia, y ahora mismo voy por el umbral....Seguro que el siguiente paso será, por lo menos, emocionante...Si, estoy HARTO de casi todo, pero ese fino hilo, ese fondo de armario de mi corazón....vale la pena vivir por ello...
Un saludo, queridos vecinos.........
martes, 14 de agosto de 2012
MANÍAS, MANías, maníiiaaas...
Qué tal vecinos...
Hoy es 15 de Agosto, fiesta nacional y festividad en infinidad de municipios. Estamos como aquel que dice, “en mitad del meollo estival”.
He parado para deshacer maletas y preparar otras, y me he asomado al balcón un momento. Al menos el aire de esta noche, refresca la cara.
He escrito varios artículos en este tiempo para colgarlos con pinzas sutiles y literarias en el balcón. Uno hablaba de la gesta de la selección en la euro-copa, este texto parecía un cuento de los hermanos Grim, muy chulo. Otro de la crisis, parados, re-crisis, parados, reformas, parados, recortes, parados, sin paga extra, parados....y todo esto que nos está pudriendo como un cáncer la sociedad española. Este era más docto, más serio y regio, dejando escapar alguna lágrima al final, pero muy formal. Otro artículo que me gustó mucho era (como el que escribo casi todos los años) de mi amada Sierra de Cazorla, Segura y la Villas, por mi reciente estancia en la misma. Narraba como una mezcolanza entre Whasintong Irving y Don Quijote mi paso por tan bellos parajes. Las bondades que nos ofrece la naturaleza, lo pequeños que somos ante la magnitud de una sierra coronada por un vigilante Yelmo, allí, en lo alto, cómo el ojo de Mordor, el ojo del Señor de los Anillos que todo lo ve, muy novelesco, apropiado para el entorno.
Mis relatos sangraban por el momento en el que me encontraba. Cómo buen aprendiz de “peter pan” que soy, todo lo que veo, todo lo que siento, intento desparramarlo sobre unas lineas. Buscaba adjetivos oportunos, metáforas rompedoras y al final....alguna lágrima. Estos cuentos y artículos están pulcramente guardados en un una carpeta de un fichero adecuado en mi pc. Todo esto porque no pude hacer una bola de papel con ellos y mandarlos al garete al país de las bolas de papel. Si, esa nación que antaño vivía junto a la papelera de cualquier aprendiz de "peter pan" y una olivetti 92 en sus manos.
Quiero decir con todo esto, que hasta que no he llegado a mi balcón y he sacado la cabeza por el y no me he impregnado de su fragancia, no he sido capaz de otorgarle mi beneplácito a este escrito. Y serán Manías pensaras, pues si, y es ahí donde quería llegar. A las MANÍAS.
Las manías para mí, son el ADN social que tenemos los individuos. Por ellas nos van a calibrar, nos van a tachar e incluso a cuantificar. Nuestras manías son, esa hipoteca que debemos arrastrar dentro de esta sociedad de por vida, entre unos y otros.
Aveces las adquirimos, otras no las imponemos y con la mayoría, nacemos. Y aveces, también, las ocultamos y las escondemos.
Pasamos por la vida repudiando manías ajenas, consintiendo y aceptándolas. Pasamos por la vida creando un arquetipo de manías con un fondo de escaparate para así poder integrarnos en esta sociedad manida e hipócrita.
Si, mi nombre es wiwi, y llevo 39 años con manías.
Pero cómo tú y cómo mi vecino, incluso como aquel perro que todos los días se caga en mismo sitio.
Las manías están en ahí cómo los ácaros el el aire, vivimos con ellos aunque no nos gusten, pero forman parte de nuestra vida.
Estos días he podido recuperar aquella vieja manía mía que tenía en el fondo del último cajón de la cómoda del salón, si, allí donde quedaron los restos de la cubertería del ajuar de cuando me casé. Si, en ese cajón que llevo años y años sin abrir. Si, allí, junto al cuchillo romo y doblado de untar mantequilla que no vale para nada, allí mismo tenía olvidado esta manía.
Y no era otra que la de reír hasta que me dolieran los costados, esa manía en la que las lágrimas son de felicidad, esa manía en la que las mandíbulas casi se salían de su sitio y las agujetas del día después me recordaron el rato que eché.
Aún recuerdo aquellos momentos en los que me doblaba y me agarraba el corazón, pero no era por dolor, sino todo lo contrario, era por la risa pura y dura.
Tan fácil como reírse de uno mismo, tan sencillo como reírse en compañía por cualquier motivo, tan necesario como estar al lado de amigos y amigas al compás de una copa y unas risas.
Estamos en unos momentos muy difíciles y creo que aún se pondrán peor. Ojalá esos tontos dirigentes y esos tontos avaros, recordaran de nuevo lo que es reír hasta perder la razón. Qué esta manía mía se les pegara un poco. Ojalá una buena amistad, un buen momento rodeado un “centenar” de gente sencilla y humilde al cobijo de la luna serreña, sea más valioso que todos los dineros del mundo.
Yo, por mi parte intentaré seguir con mis manías, pues ya tengo algunas, y otras que he recuperado del olvido.
Un saludo........y buenas noches vecinos...!!
Hoy es 15 de Agosto, fiesta nacional y festividad en infinidad de municipios. Estamos como aquel que dice, “en mitad del meollo estival”.
He parado para deshacer maletas y preparar otras, y me he asomado al balcón un momento. Al menos el aire de esta noche, refresca la cara.
He escrito varios artículos en este tiempo para colgarlos con pinzas sutiles y literarias en el balcón. Uno hablaba de la gesta de la selección en la euro-copa, este texto parecía un cuento de los hermanos Grim, muy chulo. Otro de la crisis, parados, re-crisis, parados, reformas, parados, recortes, parados, sin paga extra, parados....y todo esto que nos está pudriendo como un cáncer la sociedad española. Este era más docto, más serio y regio, dejando escapar alguna lágrima al final, pero muy formal. Otro artículo que me gustó mucho era (como el que escribo casi todos los años) de mi amada Sierra de Cazorla, Segura y la Villas, por mi reciente estancia en la misma. Narraba como una mezcolanza entre Whasintong Irving y Don Quijote mi paso por tan bellos parajes. Las bondades que nos ofrece la naturaleza, lo pequeños que somos ante la magnitud de una sierra coronada por un vigilante Yelmo, allí, en lo alto, cómo el ojo de Mordor, el ojo del Señor de los Anillos que todo lo ve, muy novelesco, apropiado para el entorno.
Mis relatos sangraban por el momento en el que me encontraba. Cómo buen aprendiz de “peter pan” que soy, todo lo que veo, todo lo que siento, intento desparramarlo sobre unas lineas. Buscaba adjetivos oportunos, metáforas rompedoras y al final....alguna lágrima. Estos cuentos y artículos están pulcramente guardados en un una carpeta de un fichero adecuado en mi pc. Todo esto porque no pude hacer una bola de papel con ellos y mandarlos al garete al país de las bolas de papel. Si, esa nación que antaño vivía junto a la papelera de cualquier aprendiz de "peter pan" y una olivetti 92 en sus manos.
Quiero decir con todo esto, que hasta que no he llegado a mi balcón y he sacado la cabeza por el y no me he impregnado de su fragancia, no he sido capaz de otorgarle mi beneplácito a este escrito. Y serán Manías pensaras, pues si, y es ahí donde quería llegar. A las MANÍAS.
Las manías para mí, son el ADN social que tenemos los individuos. Por ellas nos van a calibrar, nos van a tachar e incluso a cuantificar. Nuestras manías son, esa hipoteca que debemos arrastrar dentro de esta sociedad de por vida, entre unos y otros.
Aveces las adquirimos, otras no las imponemos y con la mayoría, nacemos. Y aveces, también, las ocultamos y las escondemos.
Pasamos por la vida repudiando manías ajenas, consintiendo y aceptándolas. Pasamos por la vida creando un arquetipo de manías con un fondo de escaparate para así poder integrarnos en esta sociedad manida e hipócrita.
Si, mi nombre es wiwi, y llevo 39 años con manías.
Pero cómo tú y cómo mi vecino, incluso como aquel perro que todos los días se caga en mismo sitio.
Las manías están en ahí cómo los ácaros el el aire, vivimos con ellos aunque no nos gusten, pero forman parte de nuestra vida.
Estos días he podido recuperar aquella vieja manía mía que tenía en el fondo del último cajón de la cómoda del salón, si, allí donde quedaron los restos de la cubertería del ajuar de cuando me casé. Si, en ese cajón que llevo años y años sin abrir. Si, allí, junto al cuchillo romo y doblado de untar mantequilla que no vale para nada, allí mismo tenía olvidado esta manía.
Y no era otra que la de reír hasta que me dolieran los costados, esa manía en la que las lágrimas son de felicidad, esa manía en la que las mandíbulas casi se salían de su sitio y las agujetas del día después me recordaron el rato que eché.
Aún recuerdo aquellos momentos en los que me doblaba y me agarraba el corazón, pero no era por dolor, sino todo lo contrario, era por la risa pura y dura.
Tan fácil como reírse de uno mismo, tan sencillo como reírse en compañía por cualquier motivo, tan necesario como estar al lado de amigos y amigas al compás de una copa y unas risas.
Estamos en unos momentos muy difíciles y creo que aún se pondrán peor. Ojalá esos tontos dirigentes y esos tontos avaros, recordaran de nuevo lo que es reír hasta perder la razón. Qué esta manía mía se les pegara un poco. Ojalá una buena amistad, un buen momento rodeado un “centenar” de gente sencilla y humilde al cobijo de la luna serreña, sea más valioso que todos los dineros del mundo.
Yo, por mi parte intentaré seguir con mis manías, pues ya tengo algunas, y otras que he recuperado del olvido.
Un saludo........y buenas noches vecinos...!!
domingo, 17 de junio de 2012
DIEZ PADRENUESTROS Y QUINCE AVE MARIAS...
37 grados en esta tarde que ya se va echar una siesta.
El viento se asoma tímido al balcón, y al fondo, un soniquete de la banda municipal con acordes de trombones y clarinetes, y algún que otro bombo y platillo.
Otra procesión, otro santo paseando por las calles bacheadas del llano. Otro trono que quiere hacerse importante en las vidas de mis vecinos, que incasables siguen al paso engalanados con su mejores ajuares, de mercadillo por esta crisis, pero ajuares de fiesta, para verse y que los vean bien guapos y guapas.
“Soy ateo gracias dios”, cómo dijo mi amigo García Marquez, pero he de reconocer que el único estamento que evoluciona y se adapta a los tiempos es esta iglesia cristiana, apostólica y romana...
Ya en los templos no hay pequeños con pantaloncitos cortos y miradas hacia el suelo, ni mujeres en fila con un velo cubriendo sus cabezas. Ya casi no hay comunión diaria y, el nombre de Dios se usa al antojo del ciudadano, para lo bueno o para lo malo.
Como digo, es el único estamento que para sus intereses está un paso por delante de la evolución social.
Visto lo visto: políticas, monarquías, valores, involucración social....sentimientos que se chocan entre si para entrar en ese bucle en el que nos hemos instalado de crisis y desidia, y que “visto lo visto” nos estamos acomodando y acostumbrando a vivir en ese estado, nos da igual la prima de riesgo, las reformas, los recortes, los co-pagos, el rescate, los corruptos, los los los... ruido, ruido ya de fondo, ruido sin importancia. Impotencia.
Desde la iglesia lo tienen claro hoy en día. A los monaguillos le han cambiado el batisaco por un traje rociero y bajo la sotana del cura, aparece la punta de unos botos de Valverde del Camino. La nueva hucha de la iglesia católica es la fiesta y la jarana. Un pueblo sin ermita ni romería está perdido, huérfano de cultura (eso dicen, o eso nos quieren decir).
Discutimos y protestamos porque no queremos tributar al estado, aún a sabiendas que estamos perdiendo nuestra seguridad social y la educación. Pero nos hemos hipotecado otra vez para darles (o darnos) la mejor comunión a nuestros hijos, para hacer el rocío, o esa boda de cuento de hadas.
A hacienda este años no les hemos contado toda la verdad, pero a la cofradía, -que si es necesario, ya lo pago yo, si, aparte de los dineros que he dado por mi y por mi familia, si hay que comprar algo para el santo o la virgen, ya lo pago yo...- le he ingresado hasta el último céntimo, que aparezca bien nuestro nombre en la lista de cofrades.
Si, ahora al señor cura siempre lo vemos al final de la barra, ya no preside mesas ni ofrendas. Lo vemos mezclado con el pueblo, envuelto en unos jeans gastados y un flequillo despeinado. Está detrás de una cerveza sin alcohol, pero casi siempre está hablando con la que vende los tiquets de la caseta, mirando de reojo la caja registradora, sumando de cabeza, soñando con otra romería para el otoño.
En el medievo nacías en pecado y los creyentes se purgaban entregando sus miseros bienes en una peregrinación constante por unos centros comerciales con forma de catedrales, basílicas y absides repletos de restos de santones, así se compraba la entrada al cielo.
Ahora no, ahora te haces pecador día a día, pero tus males se evaporan tras los kilos que arrastras bajo un trono en la semana de pasión, o desaparecen junto a la cera que se despeña suicida por esos guantes de encaje del traje de mantilla.
Saltar la reja, subir de rodillas el empedrado del cabezo, ponerse el tercer traje de faralaes al tercer día de romería, reventarse las vejigas de las rodillas después de la penitencia. Todo esto te exime del maltrato a tú mujer, del engaño a tus compañeros, de defraudar a tus vecinos, del “no robaras”, del “no mataras”...
Se acabaron los veinte padrenuestros y diez ave Marías. Se acabaron las cura de conciencia. Enciende un millón de velas de esas pequeñitas que duran tres segundos, flagélate en público, hincha su cepillo cada domingo bajo las miradas de todos. Con todo esto, borrón y cuenta nueva en el haber cristiano.
Y bien sabe ese dios todo el respeto que me merece aquel o aquella que de corazón y fe cree y siente todo aquello que promueve. El que enseña la misa y la bondad cada domingo a sus hijos. El que llora en silencio sin aspa viento bajo las andas, cargando con pasión y amor su fe.
Creo en el que su aliento se congela al paso de un trono, pues ve en el esperanza. Creo en los sentimientos verdaderos, aunque sean de aquellos que cada sábado o domingo se escapan de la rutina bajo un color de una camiseta, de un escudo. En esos que de fe, votan cada cuatro años convencidos de que su acto es un bien para todos. En eso que contra corriente reman sin parar para el bien de la cultura. Creo en aquel o aquella que busca su sueño incansablemente.
Creo en las personas y sus buenos actos, y no en los dioses.
“y Moises bajó del monte Sinaí con los mandamientos en las manos, y encontró a su pueblo adorando un vellocino de oro...”
Pasó la tarde y el fin de semana, adoración y ofrendas a un dios que le a robado un cachito de corazón a una amiga, se llevó en prenda a su padre. Ojalá el cielo exista y que la gente buena obtenga esa recompensa al final del trayecto, entonces se volverá a reencontrar con él....
Un beso y buenas noches........ .
domingo, 27 de mayo de 2012
LAS SABANAS DE UNA CUNA
Hay que tener suerte hasta en las sabanas que te tocan en la cuna.
Estoy junto a tres infantes visionando una de esas pelis animadas en las que todo vale. El ventilador respira suavemente y su cabeza gira a dos revoluciones por minuto, con calma, acomodando la estancia.
En estas películas la filosofía está bien clara – hacer el bien, un futuro mejor, premiar el sacrificio y el trabajo...-
Los pequeños engullen con los ojos como platos todo lo que sale por sus mil colores y durante un par de horas dejan de ser solo ellos, dejan de ser pequeños emperadores a lo que todo les satisfacemos. Estoy tranquilo y feliz al ver sus ojos perdidos dentro de las mil pulgadas que reparten amor y cordialidad. Las risas se mezclan con el zumbido del ventilador y todo está bien.
Esta tarde la prima de riesgo la dejé en el lavavajillas con el último plato. A Bankia la guardé en el congelador junto al trozo de barra de helado - a ver si se le pega algo del chocolate y de la nata -. La educación y la sanidad se quedaron en el jamonero vacío, con un suspiro, recordando aquellos días repletos.
Pero esta tarde está todo bien en mis veinticuatro metros cuadrados de salón. El sofá repleto de evasión y felicidad, el ambiente a sus grados justos, ni más ni menos, detrás de un portazo, en la cocina, la crisis, los recortes, las reformas, los políticos... Pero mi corazón no late como ayer o como antes de ayer, y no por su dolencia crónica, más bien por los treinta dos niños muertos a cuchillo en Siria.
Desgraciadamente la suerte o el destino comienza a los dos segundos de nacer. Si el que busca tú llanto lo hace gentilmente y te acuna entre sabanas limpias y a mamá ya no le duele tanto. Ya puedes llorar bien fuerte para luego reír de felicidad, pues tu vida pasará por un trabajo incasable por parte de padres y de los que te rodean para que seas feliz.
Pero si el que busca tu llanto lo hace con las manos desnudas, ensangrentadas y con un delantal con más de cuatro partos esa mañana, con un coran mal entendido en el bolsillo de atrás, o una biblia como excusa para hacer el mal colgada en su cuello en forma de cruz. Pues llora, pero llora en silencio, como el resto de tu corta vida, y buscate un rincón en sombra para sobrevivir un día más.
Pasamos por lo alto por verdaderas injusticias, nos regodeamos de nuestras miserias - creo -, para no mirar hacia donde realmente hay que mirar. Todavía hay países bajo represiones y conceptos equivocados de lo que es la vida y sus ciudadanos no importan. Ya no sé, si nuestra libertad es real o es inventada, o peor aún, impostada. Viendo o leyendo lo que sigue ocurriendo en estos países, donde la vida de un niño vale menos que un par de cajas de balas, realmente ya no sé que pensar. Siria, Yemen, el Sahel, Sierra Leona, Afganistán, etc, etc... Esto que pasa es real??, cómo desde los estamentos internacionales se permite??
Quiero pensar, - me agarro a ello- que esto acabará algún día, espero que no muy lejano.
Ojalá la suerte o el destino de un niño no empiece por quién le hace llorar, ojalá llegue el día que la suerte o el destino de un niño se la busque el mismo, rodeado de alternativas, de puertas y de conocimientos, y de la libertad para que ellos escojan la puerta que quieran abrir.
Ahora jugamos a las cartas, después de ver una película en la que han inventado una maquina que hace que llueva comida – buen invento -. Mis pequeños no se han enterado de lo que sucedió ayer en Siria a niños de su edad. No sé si será bueno o malo que ellos lo sepan. No sé si ese es el principio de esta libertad inventada, callar o no callar, enseñar o no enseñar, esa es la cuestión.
Ruego un pensamiento ALEGRE para estos niños, y todo lo malo para sus asesinos.....
Estoy junto a tres infantes visionando una de esas pelis animadas en las que todo vale. El ventilador respira suavemente y su cabeza gira a dos revoluciones por minuto, con calma, acomodando la estancia.
En estas películas la filosofía está bien clara – hacer el bien, un futuro mejor, premiar el sacrificio y el trabajo...-
Los pequeños engullen con los ojos como platos todo lo que sale por sus mil colores y durante un par de horas dejan de ser solo ellos, dejan de ser pequeños emperadores a lo que todo les satisfacemos. Estoy tranquilo y feliz al ver sus ojos perdidos dentro de las mil pulgadas que reparten amor y cordialidad. Las risas se mezclan con el zumbido del ventilador y todo está bien.
Esta tarde la prima de riesgo la dejé en el lavavajillas con el último plato. A Bankia la guardé en el congelador junto al trozo de barra de helado - a ver si se le pega algo del chocolate y de la nata -. La educación y la sanidad se quedaron en el jamonero vacío, con un suspiro, recordando aquellos días repletos.
Pero esta tarde está todo bien en mis veinticuatro metros cuadrados de salón. El sofá repleto de evasión y felicidad, el ambiente a sus grados justos, ni más ni menos, detrás de un portazo, en la cocina, la crisis, los recortes, las reformas, los políticos... Pero mi corazón no late como ayer o como antes de ayer, y no por su dolencia crónica, más bien por los treinta dos niños muertos a cuchillo en Siria.
Desgraciadamente la suerte o el destino comienza a los dos segundos de nacer. Si el que busca tú llanto lo hace gentilmente y te acuna entre sabanas limpias y a mamá ya no le duele tanto. Ya puedes llorar bien fuerte para luego reír de felicidad, pues tu vida pasará por un trabajo incasable por parte de padres y de los que te rodean para que seas feliz.
Pero si el que busca tu llanto lo hace con las manos desnudas, ensangrentadas y con un delantal con más de cuatro partos esa mañana, con un coran mal entendido en el bolsillo de atrás, o una biblia como excusa para hacer el mal colgada en su cuello en forma de cruz. Pues llora, pero llora en silencio, como el resto de tu corta vida, y buscate un rincón en sombra para sobrevivir un día más.
Pasamos por lo alto por verdaderas injusticias, nos regodeamos de nuestras miserias - creo -, para no mirar hacia donde realmente hay que mirar. Todavía hay países bajo represiones y conceptos equivocados de lo que es la vida y sus ciudadanos no importan. Ya no sé, si nuestra libertad es real o es inventada, o peor aún, impostada. Viendo o leyendo lo que sigue ocurriendo en estos países, donde la vida de un niño vale menos que un par de cajas de balas, realmente ya no sé que pensar. Siria, Yemen, el Sahel, Sierra Leona, Afganistán, etc, etc... Esto que pasa es real??, cómo desde los estamentos internacionales se permite??
Quiero pensar, - me agarro a ello- que esto acabará algún día, espero que no muy lejano.
Ojalá la suerte o el destino de un niño no empiece por quién le hace llorar, ojalá llegue el día que la suerte o el destino de un niño se la busque el mismo, rodeado de alternativas, de puertas y de conocimientos, y de la libertad para que ellos escojan la puerta que quieran abrir.
Ahora jugamos a las cartas, después de ver una película en la que han inventado una maquina que hace que llueva comida – buen invento -. Mis pequeños no se han enterado de lo que sucedió ayer en Siria a niños de su edad. No sé si será bueno o malo que ellos lo sepan. No sé si ese es el principio de esta libertad inventada, callar o no callar, enseñar o no enseñar, esa es la cuestión.
Ruego un pensamiento ALEGRE para estos niños, y todo lo malo para sus asesinos.....
domingo, 20 de mayo de 2012
MI VIDA Y MIS OTRAS VIDAS
Hoy he visto la tarde a través del cristal, el tiempo está loco. Acabo de guardar las enaguas y el brasero, he sacado bermudas, chanclas y las camisetas de manga corta. Y afuera un viento gélido azota la fachada de mi casa como si lo retara a duelo. La lluvia jarrea a destiempo, en el norte un hilo de sol, al sur rayos y centellas, del este un levante asesino y del oeste vienen vencejos huyendo de inclemencias.
Hoy nada está seguro, esa rutina en la que vivíamos tan a gusto está desapareciendo en un vago recuerdo. Han cambiado nuestros sueños, el martes sabe a jueves y el pan de hoy es de hace cinco minutos, congelado del mes pasado, pero recalentado de hace cinco minutos. Todo cambia, casi todo ya no es lo mismo que ayer. Mis pesadillas son otras, son nuevas y más pesadillas que las de antes. Todo cambia excepto la misa del domingo y la elevación de la prima de riesgo.
Ahora soy consciente de mi forma de vida. Creo que al menos este caminar por estos años me está llevado a una consciencia en la que me empiezo a instalar. Soy consciente de mi doble, o incluso mi triple forma de vivir.
Vivo en ese torrente sanguíneo del día a día entre aceras y alquitrán, pertenezco a ese montón que quiere pasar desapercibido entre el fluir de gentes que miran hacia el suelo constantemente, sin más pretensiones que pasar un día más, y sobre todo sin remordimientos severos que me dejen dormir una noche más, soy otro más, o soy otro menos. Trago saliva para no escupirla. Como todos, miro hacia otro lado, hablo del tiempo para lo bueno o para lo malo y casi siempre me creo lo que me dicen. Otra persona más que se mete las manos en los bolsillos para desaparecer, o al menos, para hacerse invisible.
También vivo mirando de reojo, protestando y clamando al cielo. Suspiro en silencio por la injusticia que hay al mi alrededor, lloro a escondidas, frustrado por no estar acampado junto a los del movimiento 15-M. Maldigo a esos que un día fueron padres, hermanos, tíos, vecinos y hoy no les han importado hundir a todos los que le rodean por el culto al dinero. Esos que por su afán de poder se han vendido al diablo por una miseria, entre los niños hay mas honor que entre los adultos. Esta vida callada en la que las maldiciones y las injusticia me las trago con el café de la mañana, es de todas mis formas de vidas las que más tengo que pulir, y lo sé, ya al menos sé que tengo que empezar a limar mis entrañas, a darle aire a toda esa caja de pandora que tengo dentro de mí, pero también sé que desgraciadamente vivo en una mentira y esta libertad no es tan libre, y tengo que defender mi atalaya en la que vivo con los míos.
Mi vida es una contradicción y estoy convencido de ello, pero igual que la tuya, igual que la de mis vecinos, igual que la del chaval de la gasolinera o la de la chica de la pescadería.
Vivimos en pequeñas mentiras y vivimos bien, buscando la rutina, añorando aquellos sábados mejores.
Pero por suerte tengo un balcón con magnificas vistas, y mi vida cambia, y desde el puedo gritar, bailar, llorar, reír, beber y volver a gritar. Sé que nadie me oye, pero desde mi balcón grito, y desde el les puedo gritar “tontos” a todos aquellos que se aprovechan de la bondad del que tienen a su lado, al final se quedarán solos y no tendrán a nadie que les preste un pañuelo para secar esas lágrimas que la conciencia y el tiempo hacen que se instalen a vivir en sus mejillas arrugadas. Les grito “ineptos” a todos aquellos que sus ojos no ven más allá de la mirilla de su puerta. Y “equivocados” a aquellos vagos, gandules, que se juramentan en no aportar nada, en no hacer nada, en vivir en una constante envidia y en creerse que ellos se lo merecen todo.
Aunque lo mejor de mi balcón es el viento fresco que airea sabanas y geranios. Viento que trae casi siempre buenas nuevas y me llena los pulmones y el corazón de alegrías, de sal y pimienta, de dulce y salado, me susurra al oído secretos y chismes, mentiras y verdades, y trae nanas para que mis niños duerman, y se lleva los malos olores.
La vistas son inmejorables, muchas veces me dan ganas de invitar a esos dirigentes de caras grises y mustias, para que vean la fe que rodea a una enfermera, la apuesta a ganador de la maestra en esos alumnos, las manos callosas con las que abraza a su hijo el agricultor. Desde aquí veo al funcionario que últimamente están breando, con la cabeza gacha, atento a su trabajo y aguantando a ese dos por cierto que pudre el sistema. Veo el logro del científico en sus gafas empañadas de satisfacción. O los brazos al aire del niño buscando a protección de su cuidadora en la guardería después de un susto.
Estimado dirigente, querido poderoso, ¡¡ es que tú no ves lo que ven mis ojos !! como sigas así lo vas ha echar todo a perder.
Procuro, que la tarde o la noche que me asomo al balcón ver el lado lleno del jarrón de rosas que tengo, si no es así, cierro las puertas un par de segundos y vuelvo a respirar, porque también hay días que se me olvida respirar, cómo a ti, cómo a mis vecinos.
Empiezo ha aceptar y asimilar mis vidas, unas más que otras. Tengo que sacar más esa vida que me callo, y sacarla a la calle, al alquitrán. Tengo que luchar más por mis sentimientos, pero al menos, de un tiempo a esta parte, la verdad es parte fundamental de mi vida, aunque mi vida se mueva por varias a la vez.
Un saludo y buenas noches...........
Hoy nada está seguro, esa rutina en la que vivíamos tan a gusto está desapareciendo en un vago recuerdo. Han cambiado nuestros sueños, el martes sabe a jueves y el pan de hoy es de hace cinco minutos, congelado del mes pasado, pero recalentado de hace cinco minutos. Todo cambia, casi todo ya no es lo mismo que ayer. Mis pesadillas son otras, son nuevas y más pesadillas que las de antes. Todo cambia excepto la misa del domingo y la elevación de la prima de riesgo.
Ahora soy consciente de mi forma de vida. Creo que al menos este caminar por estos años me está llevado a una consciencia en la que me empiezo a instalar. Soy consciente de mi doble, o incluso mi triple forma de vivir.
Vivo en ese torrente sanguíneo del día a día entre aceras y alquitrán, pertenezco a ese montón que quiere pasar desapercibido entre el fluir de gentes que miran hacia el suelo constantemente, sin más pretensiones que pasar un día más, y sobre todo sin remordimientos severos que me dejen dormir una noche más, soy otro más, o soy otro menos. Trago saliva para no escupirla. Como todos, miro hacia otro lado, hablo del tiempo para lo bueno o para lo malo y casi siempre me creo lo que me dicen. Otra persona más que se mete las manos en los bolsillos para desaparecer, o al menos, para hacerse invisible.
También vivo mirando de reojo, protestando y clamando al cielo. Suspiro en silencio por la injusticia que hay al mi alrededor, lloro a escondidas, frustrado por no estar acampado junto a los del movimiento 15-M. Maldigo a esos que un día fueron padres, hermanos, tíos, vecinos y hoy no les han importado hundir a todos los que le rodean por el culto al dinero. Esos que por su afán de poder se han vendido al diablo por una miseria, entre los niños hay mas honor que entre los adultos. Esta vida callada en la que las maldiciones y las injusticia me las trago con el café de la mañana, es de todas mis formas de vidas las que más tengo que pulir, y lo sé, ya al menos sé que tengo que empezar a limar mis entrañas, a darle aire a toda esa caja de pandora que tengo dentro de mí, pero también sé que desgraciadamente vivo en una mentira y esta libertad no es tan libre, y tengo que defender mi atalaya en la que vivo con los míos.
Mi vida es una contradicción y estoy convencido de ello, pero igual que la tuya, igual que la de mis vecinos, igual que la del chaval de la gasolinera o la de la chica de la pescadería.
Vivimos en pequeñas mentiras y vivimos bien, buscando la rutina, añorando aquellos sábados mejores.
Pero por suerte tengo un balcón con magnificas vistas, y mi vida cambia, y desde el puedo gritar, bailar, llorar, reír, beber y volver a gritar. Sé que nadie me oye, pero desde mi balcón grito, y desde el les puedo gritar “tontos” a todos aquellos que se aprovechan de la bondad del que tienen a su lado, al final se quedarán solos y no tendrán a nadie que les preste un pañuelo para secar esas lágrimas que la conciencia y el tiempo hacen que se instalen a vivir en sus mejillas arrugadas. Les grito “ineptos” a todos aquellos que sus ojos no ven más allá de la mirilla de su puerta. Y “equivocados” a aquellos vagos, gandules, que se juramentan en no aportar nada, en no hacer nada, en vivir en una constante envidia y en creerse que ellos se lo merecen todo.
Aunque lo mejor de mi balcón es el viento fresco que airea sabanas y geranios. Viento que trae casi siempre buenas nuevas y me llena los pulmones y el corazón de alegrías, de sal y pimienta, de dulce y salado, me susurra al oído secretos y chismes, mentiras y verdades, y trae nanas para que mis niños duerman, y se lleva los malos olores.
La vistas son inmejorables, muchas veces me dan ganas de invitar a esos dirigentes de caras grises y mustias, para que vean la fe que rodea a una enfermera, la apuesta a ganador de la maestra en esos alumnos, las manos callosas con las que abraza a su hijo el agricultor. Desde aquí veo al funcionario que últimamente están breando, con la cabeza gacha, atento a su trabajo y aguantando a ese dos por cierto que pudre el sistema. Veo el logro del científico en sus gafas empañadas de satisfacción. O los brazos al aire del niño buscando a protección de su cuidadora en la guardería después de un susto.
Estimado dirigente, querido poderoso, ¡¡ es que tú no ves lo que ven mis ojos !! como sigas así lo vas ha echar todo a perder.
Procuro, que la tarde o la noche que me asomo al balcón ver el lado lleno del jarrón de rosas que tengo, si no es así, cierro las puertas un par de segundos y vuelvo a respirar, porque también hay días que se me olvida respirar, cómo a ti, cómo a mis vecinos.
Empiezo ha aceptar y asimilar mis vidas, unas más que otras. Tengo que sacar más esa vida que me callo, y sacarla a la calle, al alquitrán. Tengo que luchar más por mis sentimientos, pero al menos, de un tiempo a esta parte, la verdad es parte fundamental de mi vida, aunque mi vida se mueva por varias a la vez.
Un saludo y buenas noches...........
martes, 24 de abril de 2012
LAS COSAS DICHAS POR DESCONOCIDOS
¡ No, si viviendo donde vives, el sofá, los choricitos. La vida sedentaria no es buena. Amigo !
Esa frase, sentenciaria me dejó en la silla sin capacidad de reacción. Menos mal que mi mujer al comprobar mi semblante, entró al quite.
- se equivoca. Para nada, mi marido no para en todo el día, y lleva así desde que lo conocí, eso que está diciendo a la ligera no es la causa y veo que no tiene ni la menor idea de lo que le pasa a mi marido.
- mujer, algo si será, no hay nada más que verlo.
En ese momento lo vi claro, hasta ahora era una letania por la que pasaba, como todos, de puntillas sin hacer demasiado incapié, tan solo usaba la razón y las buenas maneras del hombre frente a sus semejantes. Pero en ese mismo momento me convertí en: Negro, puta, sidoso, drogadicto, albino, mujer maltratada, leproso, obeso, anorexico, disminuido psiquico, alcoholico, extranjero, judío, musulman, agnostico, cristiano, ortodoxo, rojo, facha, chino, indio, mendigo, gitano......
Un señor con pantalones de pinzas, zapatillas del decathlon, camisa de cuadros y una bata blanca bastante amarillenta. Me sentencia, solo por mi aspecto, a morir... en la puerta de la consulta una plaquita dorada con el DR. en Cardiológia en letras tipograficamente más elegantes que las gafas que lleva.
- disculpe dr. pero creo que eso no tiene nada que ver con el problema que tengo, pues durante toda mi vida he estado así, me cuesta mucho adelgazar, no paro en todo el día, y ya en mi trabajo, creo que hago el ejercicio que usted se empeña en decir que no hago, aparte del senderismo de todos los fines de semana...
- si, si, si todos decis lo mismo.
Me levanté y cuando salí de la consulta comenzé a llorar
- pues yo no sé entonces lo voy hacer para solucinar esto
- ni puto caso, ese está gilipollas
Aquellas palabras por parte mi mujer me aliviaron más que los cinco años que llevaba tratandome con doce pastillas diarias que no siervieron para nada.
Reflexionando un poco me doy cuenta que los humanos somos tontos y vamos locos hacia nuestra propia destrucción. Un simpre vistazo, bastó para analizar y sacar conclusiones por parte de un facultativo de cierta importancia, al menos eso creía, pues un cardiólogo, tenía entendido que era una persona que ha estudiado y le ha metido mano a la ciencia para curar un corazón, no para romperlo en mil pedazos desde detrás de una mesa sin tan siquiera mirarte a los ojos, cómo si fueras.........
Si, una simple frase de hace dos o tres meses o cinco, me da igual, hacia mi persona me puso en mi sitio mis sentimientos y esos concepto preconcebidos que hace de esta sociedad tan negra y absurda.
Qué me importará a mí que sea Negro, Blanco, Rojo, Azul, homosexual, judío, cristiano, musulman o cardiólogo. Yo a lo mio, a lo que llevo toda mí vida, a vivir que no es poco. Y a disfrutar lo poco o lo mucho que me quede, y procurar hacerlo con gente buena, con la gente que busco y que me rodeo todos los días. Hay que dejarse de pamplinas, de mirarse el ombligo, de echarle la culpa a los demás. Hay que vivir y transmitir a los hijos cosas importantes, aunque cueste tanto. Y la gente de alma oscura y enrevesada, ¡puerta! que no tenemos tiempo para perderlo en tonterias.
Como me dijo un profesor no hace mucho: "Tú tienes que estar para dar la lata y sacar la cosas buenas, tuyas y las de los demás". Frases que te acompañan en la memoria de la vida.
Jueves 19 de Abril - QUERIDO DIARIO- 10 Kmtr. en una hora y trece minutos (ya queda menos)
Viernes 20 de Abril - QUERIDO DIARIO- La mañana ha sido genial, he ayudado a los niños del colegio a plantar su plimeras plantas y arboles.
Sábado 21 de Abril - QUERIDO DIARIO- comenzamos una nueva andadura en Lipislázuli Literaria. Reescribir los "Cuentos de la Alhambra" de Washington Irving. Ya ves, cuando se nos va la pinza, se nos va del todo, pero no importa, allá vamos, cómo el Quijote hacia los molinos, por una causa noble. Desde la 10 de la mañana hasta las 12.30 de la noche en granà. Paseo por la feria de libro, vimos la presentación de Andrés Neuman que fue genial, tapeamos y téteamos en una buadilla con vistas a la Alhambra geniales. Y nos metimos en la piel del escritor americano por unos momentos cuando entramos en aquella joya.
Domingo 22 de Abril - QUERIDO DIARIO- he estado con mi hijo en su primer partido de fútbol fuera de casa. Si a ido por primera vez de visitante.
Lunes 23 de Abril - QUERIDO DIARIO - hoy Dia del Libro. Fiesta total en la biblioteca pública pronvial de Jaén. La sesión del Club de Lectura "El Puchero de los Cuentos" la trasladé, esa tarde de fiesta allí. Llevé a padres y niños a la sala donde los miércoles hacemos las reuniones el club de lectura adulto.
La tarde fue genial, asistimos el concierto que ofrecieron los chavales del conservatorio, nos enseñaor la sala de investigación, estubimos en el cuentacuentos, leímos fragmentos de la poesía de José Moreno Villa, autor elegido este año por la Junta de Andalucía. Desde las 5 de la tarde hasta que casi el cierre a las 9. Desde las 7 de la mañana danzando, pero la tarde fue genial, acompañado por mi hijos, mi mujer, amigos, componentes de los clubs, hasta Jorge un niño del club infantil se atrevió y leyó en público su poema. A mi me temblaban las piernas y casi me quedo si voz. Fue mi primera vez lo de leer en público.
Miércoles 25 de Abril - QUERIDO DIARIO- Son las 2.30 de la madrugada y todavia estoy asomado al balcón. Pensando en aquella frase sentenciadora que me taladra la conciencia. Yo no sé que hacer más, creo que soy un privilegiado en los tiempos que corren, mi vida profesional y hociosa va entre libros y rosas como San Jordi.
Estos fueron unos días o un fin de semana cualquiera en la vida de wiwi
Lo que tenga que pasar, pasará, y no le tengo que dar más vueltas porque creo que eso no lo puedo controlar, pero que más quisiera ese de la bata añil, que no me conoce de nada, pasar una semana junto al balcon de wiwi para que al menos aprenda el dicho ese de "que no es todo lo que parece".
un saludo y buenas noches.........
Esa frase, sentenciaria me dejó en la silla sin capacidad de reacción. Menos mal que mi mujer al comprobar mi semblante, entró al quite.
- se equivoca. Para nada, mi marido no para en todo el día, y lleva así desde que lo conocí, eso que está diciendo a la ligera no es la causa y veo que no tiene ni la menor idea de lo que le pasa a mi marido.
- mujer, algo si será, no hay nada más que verlo.
En ese momento lo vi claro, hasta ahora era una letania por la que pasaba, como todos, de puntillas sin hacer demasiado incapié, tan solo usaba la razón y las buenas maneras del hombre frente a sus semejantes. Pero en ese mismo momento me convertí en: Negro, puta, sidoso, drogadicto, albino, mujer maltratada, leproso, obeso, anorexico, disminuido psiquico, alcoholico, extranjero, judío, musulman, agnostico, cristiano, ortodoxo, rojo, facha, chino, indio, mendigo, gitano......
Un señor con pantalones de pinzas, zapatillas del decathlon, camisa de cuadros y una bata blanca bastante amarillenta. Me sentencia, solo por mi aspecto, a morir... en la puerta de la consulta una plaquita dorada con el DR. en Cardiológia en letras tipograficamente más elegantes que las gafas que lleva.
- disculpe dr. pero creo que eso no tiene nada que ver con el problema que tengo, pues durante toda mi vida he estado así, me cuesta mucho adelgazar, no paro en todo el día, y ya en mi trabajo, creo que hago el ejercicio que usted se empeña en decir que no hago, aparte del senderismo de todos los fines de semana...
- si, si, si todos decis lo mismo.
Me levanté y cuando salí de la consulta comenzé a llorar
- pues yo no sé entonces lo voy hacer para solucinar esto
- ni puto caso, ese está gilipollas
Aquellas palabras por parte mi mujer me aliviaron más que los cinco años que llevaba tratandome con doce pastillas diarias que no siervieron para nada.
Reflexionando un poco me doy cuenta que los humanos somos tontos y vamos locos hacia nuestra propia destrucción. Un simpre vistazo, bastó para analizar y sacar conclusiones por parte de un facultativo de cierta importancia, al menos eso creía, pues un cardiólogo, tenía entendido que era una persona que ha estudiado y le ha metido mano a la ciencia para curar un corazón, no para romperlo en mil pedazos desde detrás de una mesa sin tan siquiera mirarte a los ojos, cómo si fueras.........
Si, una simple frase de hace dos o tres meses o cinco, me da igual, hacia mi persona me puso en mi sitio mis sentimientos y esos concepto preconcebidos que hace de esta sociedad tan negra y absurda.
Qué me importará a mí que sea Negro, Blanco, Rojo, Azul, homosexual, judío, cristiano, musulman o cardiólogo. Yo a lo mio, a lo que llevo toda mí vida, a vivir que no es poco. Y a disfrutar lo poco o lo mucho que me quede, y procurar hacerlo con gente buena, con la gente que busco y que me rodeo todos los días. Hay que dejarse de pamplinas, de mirarse el ombligo, de echarle la culpa a los demás. Hay que vivir y transmitir a los hijos cosas importantes, aunque cueste tanto. Y la gente de alma oscura y enrevesada, ¡puerta! que no tenemos tiempo para perderlo en tonterias.
Como me dijo un profesor no hace mucho: "Tú tienes que estar para dar la lata y sacar la cosas buenas, tuyas y las de los demás". Frases que te acompañan en la memoria de la vida.
Jueves 19 de Abril - QUERIDO DIARIO- 10 Kmtr. en una hora y trece minutos (ya queda menos)
Viernes 20 de Abril - QUERIDO DIARIO- La mañana ha sido genial, he ayudado a los niños del colegio a plantar su plimeras plantas y arboles.
Sábado 21 de Abril - QUERIDO DIARIO- comenzamos una nueva andadura en Lipislázuli Literaria. Reescribir los "Cuentos de la Alhambra" de Washington Irving. Ya ves, cuando se nos va la pinza, se nos va del todo, pero no importa, allá vamos, cómo el Quijote hacia los molinos, por una causa noble. Desde la 10 de la mañana hasta las 12.30 de la noche en granà. Paseo por la feria de libro, vimos la presentación de Andrés Neuman que fue genial, tapeamos y téteamos en una buadilla con vistas a la Alhambra geniales. Y nos metimos en la piel del escritor americano por unos momentos cuando entramos en aquella joya.
Domingo 22 de Abril - QUERIDO DIARIO- he estado con mi hijo en su primer partido de fútbol fuera de casa. Si a ido por primera vez de visitante.
Lunes 23 de Abril - QUERIDO DIARIO - hoy Dia del Libro. Fiesta total en la biblioteca pública pronvial de Jaén. La sesión del Club de Lectura "El Puchero de los Cuentos" la trasladé, esa tarde de fiesta allí. Llevé a padres y niños a la sala donde los miércoles hacemos las reuniones el club de lectura adulto.
La tarde fue genial, asistimos el concierto que ofrecieron los chavales del conservatorio, nos enseñaor la sala de investigación, estubimos en el cuentacuentos, leímos fragmentos de la poesía de José Moreno Villa, autor elegido este año por la Junta de Andalucía. Desde las 5 de la tarde hasta que casi el cierre a las 9. Desde las 7 de la mañana danzando, pero la tarde fue genial, acompañado por mi hijos, mi mujer, amigos, componentes de los clubs, hasta Jorge un niño del club infantil se atrevió y leyó en público su poema. A mi me temblaban las piernas y casi me quedo si voz. Fue mi primera vez lo de leer en público.
Miércoles 25 de Abril - QUERIDO DIARIO- Son las 2.30 de la madrugada y todavia estoy asomado al balcón. Pensando en aquella frase sentenciadora que me taladra la conciencia. Yo no sé que hacer más, creo que soy un privilegiado en los tiempos que corren, mi vida profesional y hociosa va entre libros y rosas como San Jordi.
Estos fueron unos días o un fin de semana cualquiera en la vida de wiwi
Lo que tenga que pasar, pasará, y no le tengo que dar más vueltas porque creo que eso no lo puedo controlar, pero que más quisiera ese de la bata añil, que no me conoce de nada, pasar una semana junto al balcon de wiwi para que al menos aprenda el dicho ese de "que no es todo lo que parece".
un saludo y buenas noches.........
lunes, 16 de abril de 2012
QUIÉN NOS ESTÁ ROBANDO EL MES DE ABRIL
Sale marzo y entra abril, nubecitas a llorar y campitos a reír.
Parte su tiempo abril entre llorar y reír...
QUIÉN NOS ESTÁ ROBANDO EL MES DE ABRIL
Se fue Marzo, se llevó el sol y llegó la primavera, con sus ventiscas, sus nevadas. Con sus reformas y sus huelgas y con las ganas de remover de nuevo, tiempos peores.
En un puesto de escopetillas de feria, un único pato es el que recibe todos los plomillos. Se levanta y vuelve a caer. A los gatillos un francés, un argentino y un comisionado europeo. Y el pato no es pato, es una perdiz roja, autóctona del sur de Europa.
Estos cobardes francotiradores están escudados tras la transigencia y la buena casta de la sangre de la perdiz. Sangre noble que no quiere conflictos, sangre de buena gente, de gente humilde, sangre que lleva toda su historia luchando y bregando por un mañana mejor para los suyos. Que no nos engañen con titulares para vender noticias, que no es así, que ya está bien de mirar hacia el norte, que ya está bien de mirar al este y que hay que volver a mirar de nuevo al oeste. No somos ciudadanos de tercera, al menos es lo que les intento inculcar a mis hijos, somos gente libre, gente normal y corriente que no podemos admitir una clasificación impuesta, aunque nuestra desidia está haciendo que cuatro mal nacidos que viven yonquis de la avaricia y la destrucción nos manejen a su antojo, sin importarles las vidas ajenas.
La perdiz roja eligió y evolucionó en nuestra tierra. Tierras quebradas, montes y dehesas de ensueño, bosques y paramos únicos, al cobijo de un sol envidiado por muchos, a horillas de riveras donde poetas e ingenieros descubrieron aquello que buscaban.
Si, nosotros, españolitos, que debemos de esconder las banderas después del partido fútbol, que no podemos - en este caso - decorar los balcones con la bandera verde y blanca nada más que el 28 de febrero. Si, hipócritas y tontos, que nos guiamos por el qué dirán, más que por defender nuestra ilusión.
Si, yo voy a la guerra, seré el primero, pero voy a defender a mi vecino, voy a ir por mi compañero de trabajo, por el mecánico o el agricultor. Lucharé por la panadera o el frutero, por el maestro y por la profesora de literatura. Si, yo voy a la guerra por mi familia. Y por esa gente que me cruzo a diario y que se les ha olvidado dar los buenos días, yo me encargaré de recordárselo de nuevo. Buenos días señora vecina. Buenos días señor vecino.
Mis armas son claras, y estas si son de destrucción masiva. Yo voy a la guerra con un poema, pondré en el paredón a esos politicuhos sin sentimientos, sin colores, sumisos del dinero y el poder. Y los acribillare a todos y a todas con El Quijotes del sr. Cervantes, para que recuerden de nuevo de donde vienen, y para que no se les olviden hacia donde vamos.
Somos de un tierra dura, somos de aguas marineras y campos de siega de sol a sol. De minas hondas y negras y ganaderos las veinticuatro horas del día.
Fuimos hasta el final del mundo, fuimos una y dos veces y tres… y las que hiciera falta para sobrevivir. Pero ahora, cuatro nos tienen drogados, nos quitan nuestra memoria con artilugios y demás mercachifles que no van a ningún lugar. Y hemos caído en esa red.
Y en el mes de abril nieva y graniza, hace frío y el viento sabio sopla como si fuéramos sabanas cubiertas de esa roña que nos quieren hacer creer que es España. Nos sacude fuertemente, pero es para despertarnos.
El trigo y los tomates se han pedido ya, y lloramos, y la vez que lloramos estamos de nuevo revolcado la tierra, y nuestras lágrimas son el primer aliento para la nueva tierra. Y el sol, ese sol escurridizo, vendrá y saldrá de nuevo la rosa de su capullo y el jardín de nuevo, latirá.
Desde mi balcón la escarcha cala los huesos a mitad de abril, miro al cielo en está noche limpia y brillante. Y escucho las estrellas, pues llevan ahí toda mi vida…
Un saludo y buenas noches vecinos y vecinas….
lunes, 26 de marzo de 2012
REFLEXIONES Y OTROS CUENTOS
Ayer noche desde el balcón pendiente del olor que traía el viento. Tenemos un tufo a gaviota últimamente que inunda y encharca pulmones que respiraban libres no hace mucho, y creo que una brisa de rosas y soles nos han aportado ese oxigeno a los demócrata para aguantar cinco minutos más.
Que no se equivoque en el partido socialista, anoche no ganaron, perdieron y mucho. Que se les abra los ojos de una maldita vez. Que hace falta darle la patada a la caja y renovar la sangre y las ganas. Que la derecha gana y ha ganado, no por sus méritos, sino por la decadencia del socialista. Por favor que se dejen de demagogia y cantos al arco iris. Que odio la palabra “GANAR” que esto no es un partido de fútbol, que no es una guerra. Que creo en las palabras “TRABAJO, COMPROMISO, JUSTICIA, IGUALDAD” acrónimos, siglas que se deben de volver a tatuar en el ADN del PSOE pues estos dirigentes se están perdiendo en un limbo burgués, olvidándose de donde proceden y sobre todo, hacia donde deben ir.
Anoche en Andalucía y en Asturias el que ganó, lloró de pena, y el que perdió, lo celebró como una noche de bodas, el mundo al revés.
Me quedo con esa izquierda que salió al rescate de este barco agujereado y zozobrando hacia la deriva. Hay que remar, hay que apostar por los jóvenes y crearle nuevas expectativas y motivaciones, hay que crear y no tener miedo.
Hoy siento que se ha parado un tsunami, pero no sé hasta cuando. El viernes después del día de la huelga general, presentan los presupuestos, hay que tener narices...
Y otros cuentos....
Aquí os dejo el texto que he presentado este mes en mi grupo “LAPISLÁZULI”
“pan duro”, ese era el argumento para este texto. Espero que os guste..
RADIOGRAFIA DE UNA CENA DE VIERNES wiwi.-
El pan duro no se lo comen ni las palomas. Pero siempre estaba encima de la mesa, como un mal agüero.
El vaso del agua del padre estaba vacío, como el del vino, como el del whisky de las cinco de la madrugada.
Aquel mantel ya no soportaba la hipocresía y se desgarraba en un lamento, pero ella lo remendaba, cosía sietes sobre sietes si era preciso, pero ese mantel vestía la cena de los viernes, porque aquel cacho de tela rematada con un encaje de bolillos al estilo Chantilly, eran los restos de un sueño que nunca se cumplió.
Mamá era de tacón alto, tanto en invierno como en verano, se tragaba las revistas de las vidas de otros, nadaba en las miserias de personajes que vendieron su alma por dos reglones en el papel cuché. El cuchillo era fino, como un estilete, pero con el mango gastado como las tapas de su único par de zapatos.
La hija no cena, se sienta de lado a la mesa como si estuviera en la barra de un bar y se mira el color de las uñas de los pies. Masca chicle constantemente, manía que heredó de su madre, y odia a sus padres más que a nada en el mundo. Su plato es pequeño y llano, como ella, con el dibujo de la “Hello Kity” gastado por el estropajo, como ella, casi invisibles las dos. Esta noche no sabe si romper un vaso de cristal o vestirse de furcia otra vez, al menos oirá las voces de sus padres aunque sea maldiciéndola.
Papá se sienta frente al televisor y la madre en frente de él, para que le vea la cara, para que al menos esos cinco minutos a la semana se miren a los ojos, para fastidiarle. Papá hace ya años que no recuerda el color de los ojos de su mujer y le da igual.
Toca el pan, y siempre está duro, áspero, como su matrimonio.
El padre se quedó en un final de fiesta de principios de los noventa. En aquella época campeaba por la noche como un mayoral por su hacienda. Picaba de flor en flor y alardeaba de ser el mejor cazador de hembras. Era el alma de la fiesta, el gallo del gallinero. Y se topó con la más puta de todas las gallinas. Su cuchillo de la carne no tenía dientes, como él y casi siempre usa un plato hondo, como su barriga. Los veinte años pasaron hacía mucho tiempo y él todavía no se ha querido enterar, aunque el botón de la camisa a la altura del ombligo se lo recuerda cada mañana, ya lleva tiempo sin poder abrocharlo.
La madre gira la cuchara y se mira los dientes, chasquea con la lengua las encías y cree que ese gesto lo hace la gente fina y con clase. Mamá se cree muchas cosas que no son, pero esa es su vida, pretender vivir la vida de los demás. Sus platos ordenados y pulcros, son restos de una vajilla de la cartuja sevillana, que ni corta ni perezosa, limpió y robó de una boda de un primo de su marido. Ahí se compró su par de tacones de vértigo, aunque la boda fuese en el campo, al aire libre, un día de primavera que terminó en tormenta. Ella es así, siempre se unta la manos con áloe vera, no por protección, si no por matar el olor a lejía que desprenden sus manos de limpiadora de hospital.
La cena de los viernes tiene su liturgia especial desde que esa pareja tan adelantada al resto de sus amigos, enseñara esa vida marital de felicidad ficticia. Al par de meses ya era cansina y pedante para los pocos amigos que le quedaban, amigos jóvenes que preferían pasar la noche del viernes entre cañas y bailes y no entre manteles de raso, con encajes de bolillos al estilo Chantilly, y fotos de una luna de miel de cartón piedra.
Una cena de viernes, Jorge, el cuñado de ella, dejó tatuado sobre aquel mantel el epígrafe de aquel matrimonio.
― ¡ Joder es que aquí nadie se preocupa de comprar pan, tiene que ser siempre duro !
Feliz noche, o día, o navidad, o San Valentín, o San Fermin....
Que no se equivoque en el partido socialista, anoche no ganaron, perdieron y mucho. Que se les abra los ojos de una maldita vez. Que hace falta darle la patada a la caja y renovar la sangre y las ganas. Que la derecha gana y ha ganado, no por sus méritos, sino por la decadencia del socialista. Por favor que se dejen de demagogia y cantos al arco iris. Que odio la palabra “GANAR” que esto no es un partido de fútbol, que no es una guerra. Que creo en las palabras “TRABAJO, COMPROMISO, JUSTICIA, IGUALDAD” acrónimos, siglas que se deben de volver a tatuar en el ADN del PSOE pues estos dirigentes se están perdiendo en un limbo burgués, olvidándose de donde proceden y sobre todo, hacia donde deben ir.
Anoche en Andalucía y en Asturias el que ganó, lloró de pena, y el que perdió, lo celebró como una noche de bodas, el mundo al revés.
Me quedo con esa izquierda que salió al rescate de este barco agujereado y zozobrando hacia la deriva. Hay que remar, hay que apostar por los jóvenes y crearle nuevas expectativas y motivaciones, hay que crear y no tener miedo.
Hoy siento que se ha parado un tsunami, pero no sé hasta cuando. El viernes después del día de la huelga general, presentan los presupuestos, hay que tener narices...
Y otros cuentos....
Aquí os dejo el texto que he presentado este mes en mi grupo “LAPISLÁZULI”
“pan duro”, ese era el argumento para este texto. Espero que os guste..
RADIOGRAFIA DE UNA CENA DE VIERNES wiwi.-
El pan duro no se lo comen ni las palomas. Pero siempre estaba encima de la mesa, como un mal agüero.
El vaso del agua del padre estaba vacío, como el del vino, como el del whisky de las cinco de la madrugada.
Aquel mantel ya no soportaba la hipocresía y se desgarraba en un lamento, pero ella lo remendaba, cosía sietes sobre sietes si era preciso, pero ese mantel vestía la cena de los viernes, porque aquel cacho de tela rematada con un encaje de bolillos al estilo Chantilly, eran los restos de un sueño que nunca se cumplió.
Mamá era de tacón alto, tanto en invierno como en verano, se tragaba las revistas de las vidas de otros, nadaba en las miserias de personajes que vendieron su alma por dos reglones en el papel cuché. El cuchillo era fino, como un estilete, pero con el mango gastado como las tapas de su único par de zapatos.
La hija no cena, se sienta de lado a la mesa como si estuviera en la barra de un bar y se mira el color de las uñas de los pies. Masca chicle constantemente, manía que heredó de su madre, y odia a sus padres más que a nada en el mundo. Su plato es pequeño y llano, como ella, con el dibujo de la “Hello Kity” gastado por el estropajo, como ella, casi invisibles las dos. Esta noche no sabe si romper un vaso de cristal o vestirse de furcia otra vez, al menos oirá las voces de sus padres aunque sea maldiciéndola.
Papá se sienta frente al televisor y la madre en frente de él, para que le vea la cara, para que al menos esos cinco minutos a la semana se miren a los ojos, para fastidiarle. Papá hace ya años que no recuerda el color de los ojos de su mujer y le da igual.
Toca el pan, y siempre está duro, áspero, como su matrimonio.
El padre se quedó en un final de fiesta de principios de los noventa. En aquella época campeaba por la noche como un mayoral por su hacienda. Picaba de flor en flor y alardeaba de ser el mejor cazador de hembras. Era el alma de la fiesta, el gallo del gallinero. Y se topó con la más puta de todas las gallinas. Su cuchillo de la carne no tenía dientes, como él y casi siempre usa un plato hondo, como su barriga. Los veinte años pasaron hacía mucho tiempo y él todavía no se ha querido enterar, aunque el botón de la camisa a la altura del ombligo se lo recuerda cada mañana, ya lleva tiempo sin poder abrocharlo.
La madre gira la cuchara y se mira los dientes, chasquea con la lengua las encías y cree que ese gesto lo hace la gente fina y con clase. Mamá se cree muchas cosas que no son, pero esa es su vida, pretender vivir la vida de los demás. Sus platos ordenados y pulcros, son restos de una vajilla de la cartuja sevillana, que ni corta ni perezosa, limpió y robó de una boda de un primo de su marido. Ahí se compró su par de tacones de vértigo, aunque la boda fuese en el campo, al aire libre, un día de primavera que terminó en tormenta. Ella es así, siempre se unta la manos con áloe vera, no por protección, si no por matar el olor a lejía que desprenden sus manos de limpiadora de hospital.
La cena de los viernes tiene su liturgia especial desde que esa pareja tan adelantada al resto de sus amigos, enseñara esa vida marital de felicidad ficticia. Al par de meses ya era cansina y pedante para los pocos amigos que le quedaban, amigos jóvenes que preferían pasar la noche del viernes entre cañas y bailes y no entre manteles de raso, con encajes de bolillos al estilo Chantilly, y fotos de una luna de miel de cartón piedra.
Una cena de viernes, Jorge, el cuñado de ella, dejó tatuado sobre aquel mantel el epígrafe de aquel matrimonio.
― ¡ Joder es que aquí nadie se preocupa de comprar pan, tiene que ser siempre duro !
Feliz noche, o día, o navidad, o San Valentín, o San Fermin....
martes, 20 de marzo de 2012
OS HABÉIS ENTERADO, YA ES PRIMAVERA
YA ES PRIMAVERA
Y comienza a nevar... el mundo al revés.
Ayer estuve con Don Pepito y Don José tomando un café, celebrando su día. Me contaron que la abuelita está mal, ¡el alzheimer canalla que no perdona! Hablaron de lo que ha cambiado la vida. Los niños casi ya no cantan me dicen con la voz rota, que se dedican a denunciar a sus padres, que no lo entiende. Hoy los niños no son niños, son mayores desde que nacen, ya nacen mayores, ni lloran, ni ríen. Y los adultos quieren ser niños y vivir como cuando tenían veinte años... el mundo al revés.
Don Pepito, de los dos, es el más crítico y apasionado, y me mira con furia a los ojos, y me dice:
― Hoy en las películas ganan los malos.
Yo no sé que decirle, me ha pillado, lleva razón, en las películas y la vida real, hoy los malos, son los buenos....el mundo al revés.
Me suelta un trabalenguas que él solo comprende:
― Hoy los jueces no juzgan, los abogados no abogan y los políticos no politiquean... él sabrá.
Don José no alza la mirada y habla casi en un susurro.
― Nosotros eramos los respetados. Los educados, los saludados, los invitados a todos los tes y cafés, los escuchados. A nosotros nos conocían en toda la calle, en toda la ciudad. Hoy, hoy somos los raros. Hoy nos critican, que no se entiende que seamos amigos durante tantos años. Es muy fácil, es muy sencillo, Don Pepito es mi amigo, nada más. ¿Qué problema tendrá la gente con la amistad?
Recuerdo de niño, mientras jugábamos en la calle una parva críos con un palo y un aro, o con una pelota de trapo, o con la pita, las madres, analfabetas, esas que no conocía más allá de la puerta de su casa, fomentaban la amistad, para bien o para mal, nos enseñaban el valor del respeto y el compromiso. La señora María decía: no os peleéis que mañana tendréis que volver a jugar juntos. Hoy las madres no conocen ni el nombre de sus vecinas...el mundo al revés.
Me dio pena y alegría el café con Don Pepito y Don José, como era su día lo celebraron con un trozo de tarta de manzana al menos sonrieron un poco y fueron ellos los que ayudaron a tres jóvenes a encontrar el nacimiento del río Guadalquivir en un mapa... el mundo al revés.
Hoy es primavera y la escarcha anoche heló las margaritas, hoy es primavera y hay más de cinco millones de parados. Y ya estamos bastante hartos de la crisis, de reformas, de contrarreformas, de corruptos y de yernos con avaricia por ADN, de la alergia en invierno y de una política pueril y vacía.
Marzo no termina y se me está haciendo muy largo, tan largo que dura dos estaciones.
Y esta mañana mientras comenzaba la primavera y por el puerto de Tiscar echaban sal. Un doctor, un médico, un licenciado, un experto en cardiología, no me ha dicho nada sobre mi corazón. No sé si será bueno o será malo.
El mundo al revés....
Abrigaros queridos vecinos, felicidades “PAPIS , PEPES y PEPAS” y
Feliz PRIMAVERA.......
Y comienza a nevar... el mundo al revés.
Ayer estuve con Don Pepito y Don José tomando un café, celebrando su día. Me contaron que la abuelita está mal, ¡el alzheimer canalla que no perdona! Hablaron de lo que ha cambiado la vida. Los niños casi ya no cantan me dicen con la voz rota, que se dedican a denunciar a sus padres, que no lo entiende. Hoy los niños no son niños, son mayores desde que nacen, ya nacen mayores, ni lloran, ni ríen. Y los adultos quieren ser niños y vivir como cuando tenían veinte años... el mundo al revés.
Don Pepito, de los dos, es el más crítico y apasionado, y me mira con furia a los ojos, y me dice:
― Hoy en las películas ganan los malos.
Yo no sé que decirle, me ha pillado, lleva razón, en las películas y la vida real, hoy los malos, son los buenos....el mundo al revés.
Me suelta un trabalenguas que él solo comprende:
― Hoy los jueces no juzgan, los abogados no abogan y los políticos no politiquean... él sabrá.
Don José no alza la mirada y habla casi en un susurro.
― Nosotros eramos los respetados. Los educados, los saludados, los invitados a todos los tes y cafés, los escuchados. A nosotros nos conocían en toda la calle, en toda la ciudad. Hoy, hoy somos los raros. Hoy nos critican, que no se entiende que seamos amigos durante tantos años. Es muy fácil, es muy sencillo, Don Pepito es mi amigo, nada más. ¿Qué problema tendrá la gente con la amistad?
Recuerdo de niño, mientras jugábamos en la calle una parva críos con un palo y un aro, o con una pelota de trapo, o con la pita, las madres, analfabetas, esas que no conocía más allá de la puerta de su casa, fomentaban la amistad, para bien o para mal, nos enseñaban el valor del respeto y el compromiso. La señora María decía: no os peleéis que mañana tendréis que volver a jugar juntos. Hoy las madres no conocen ni el nombre de sus vecinas...el mundo al revés.
Me dio pena y alegría el café con Don Pepito y Don José, como era su día lo celebraron con un trozo de tarta de manzana al menos sonrieron un poco y fueron ellos los que ayudaron a tres jóvenes a encontrar el nacimiento del río Guadalquivir en un mapa... el mundo al revés.
Hoy es primavera y la escarcha anoche heló las margaritas, hoy es primavera y hay más de cinco millones de parados. Y ya estamos bastante hartos de la crisis, de reformas, de contrarreformas, de corruptos y de yernos con avaricia por ADN, de la alergia en invierno y de una política pueril y vacía.
Marzo no termina y se me está haciendo muy largo, tan largo que dura dos estaciones.
Y esta mañana mientras comenzaba la primavera y por el puerto de Tiscar echaban sal. Un doctor, un médico, un licenciado, un experto en cardiología, no me ha dicho nada sobre mi corazón. No sé si será bueno o será malo.
El mundo al revés....
Abrigaros queridos vecinos, felicidades “PAPIS , PEPES y PEPAS” y
Feliz PRIMAVERA.......
lunes, 12 de marzo de 2012
VAYA CON EL MES DE MARZO
Hoy me he levantado con los ojos encendidos, la nariz moqueando como una tubería vieja y estornudando igual que una vespa con el carburador roto. Llevo tres días de “pasmazo”. Además en el llanete el agua se declaró en huelga el jueves pasado y los grifos de mi casa están más secos que el hueso del jamón que tengo desde que me lo regalaron en mi comunión. Maletas, niños al coche y para casa de la abuela. Aprovecho y ayudo a mi madre con su reciente operación de cataratas, y entre estornudo y chorreón de mocos, le endoso una gota de colirio cada dos horas.
Ya estoy en casa de nuevo el domingo, vengo con esa agua maldita que nos vende en tan pésimas condiciones, pero vengo a regañadientes, pues no fío.
Como digo más arriba, hoy me levanto con un nubarrón en los ojos y la nariz, y en la calle, ¡¡joder que soletazo!!
Preparo café y zumo de naranja (rico en vitamina C para el resfriado), en el pastillero nº1: pulsaciones del corazón, inyección, nivelador de tensión y licuador de sangre; en el pastillero nº2: anti-mocos, anti-tos, anti-enfriamiento...
La mesa repleta de cacharros, mejunjes y pócimas, y ni una magdalena o alguna tostada de “panaceite” que ahogue mis penas. Eso si, unas galletas más sosas que un ladrillo al sol, pero dicen que son buenas para el colesterol (seguro que el colesterol, esté donde esté, se estará partiendo de la risa).
―¿Madre que día es hoy?
La pobre con el ojo a la virulé escudriña el calendario y dice:
―12 de Marzo, creo.
Sorbo los mocos y toso como si mis pulmones quisieran salirse por la garganta. Maldito cuerpo este, maldito resfriado de los cojones.
―¿Oye wiwi, por qué el día de ayer lo tienes con una X en negro en el calendario, es que tenías que ir a algún lado?
Ayer fue 11 DE MARZO, llevo tiempo dándole vueltas a la cabeza a esa dichosa fecha.
Hace ocho años el hombre cometió el acto de locura más cruel que yo haya vivido jamás. Hace ocho años una chavala no pudo hacer el examen de literatura sobre la generación del 27 porque se topó con los delirios de cuatro trastocados que envueltos en el dogma de una religión, nación o condición, o lo que sea decidieron matar por la gloria de...
191 muertos, casi 2.000 heridos y millones de personas frustradas y llorando de rabia por la injusticia y catástrofe que aquel día sesgó a España una puñalada por la espalda.
Tontos, a los diez minutos de las explosiones empezamos a ponerle carteles a tan brutal atentado. “Por Alá, por al-qaeda, por ETA, por los yihadistas, por el PP, por el PSOE, por Aznar, por la guerra de Irak, por Bush”. Ilusos, llevamos ocho años escondiéndonos detrás de esos letreros, (“los arboles no nos dejan ver el bosque” o ¿es que no queremos verlo?, o es que no queremos reconocer la simplicidad de esta barbarie).
Parece que esto de la memoria histórica nos la están quitando a base de cañonazos. La historia siempre se repite, cuatro personajes son capaces de trastocar el devenir de la humanidad. Cuatro al final son los responsables del mal y no sé por qué demonios no somos capaces de echarlos de este maldito saco de manzanas en el que estamos metidos (queramos o no, esto está montado así).
Siempre una excusa, siempre un “por esto, o, por aquello”, parapetados en estos carteles, en estos titulares, escurriendo el bulto. Hace ocho años otra vez volvimos a mirar hacia otro lado.
Y la naturaleza es sabia, cruel, pero sabia. Nosotros deambulamos por la tierra, violándola, vejandola, agotándola, nos matamos entre nosotros, creamos guerras innecesarias, nos revolcamos entre las miserias y la corrupción, e hipócritas creemos que todo lo tenemos controlado, es más creemos que todo lo que nos rodea lo tenemos dominado.
Hace un año, antes de las 6 de la mañana, la tierra, la naturaleza...estornudó. Y 16.000 personas murieron de ese resfriado.
¿Y ahora qué? ¿de quien es la culpa?. Otra vez miramos hacia otro lado. Eso pasó a miles de kilómetros de aquí, aunque Lorca una ciudad de Murcia esté a menos 300 kilómetros de mi casa. Y yo además no cojo el tren de cercanías, aunque mi amigo Juanito muriera en el accidente de Spanir en Barajas. Pero no, a mi no me pasará.
Desde mi balcón le rindo un homenaje a esa gente que murió el 11 de marzo, gente normal como yo, que esa mañana iba al trabajo, o a la universidad, o a llevar a los niños a la guardería, o paseaba por una playa en Japón creyendo que a él no le pasaría.
Procuraré curar este resfriado lo antes posible, tomaré la medicina crónica a diario. Se lo debo a esta gente, si, debo vivir un día más y procurar que este mundo sea mejor.
Ya estoy en casa de nuevo el domingo, vengo con esa agua maldita que nos vende en tan pésimas condiciones, pero vengo a regañadientes, pues no fío.
Como digo más arriba, hoy me levanto con un nubarrón en los ojos y la nariz, y en la calle, ¡¡joder que soletazo!!
Preparo café y zumo de naranja (rico en vitamina C para el resfriado), en el pastillero nº1: pulsaciones del corazón, inyección, nivelador de tensión y licuador de sangre; en el pastillero nº2: anti-mocos, anti-tos, anti-enfriamiento...
La mesa repleta de cacharros, mejunjes y pócimas, y ni una magdalena o alguna tostada de “panaceite” que ahogue mis penas. Eso si, unas galletas más sosas que un ladrillo al sol, pero dicen que son buenas para el colesterol (seguro que el colesterol, esté donde esté, se estará partiendo de la risa).
―¿Madre que día es hoy?
La pobre con el ojo a la virulé escudriña el calendario y dice:
―12 de Marzo, creo.
Sorbo los mocos y toso como si mis pulmones quisieran salirse por la garganta. Maldito cuerpo este, maldito resfriado de los cojones.
―¿Oye wiwi, por qué el día de ayer lo tienes con una X en negro en el calendario, es que tenías que ir a algún lado?
Ayer fue 11 DE MARZO, llevo tiempo dándole vueltas a la cabeza a esa dichosa fecha.
Hace ocho años el hombre cometió el acto de locura más cruel que yo haya vivido jamás. Hace ocho años una chavala no pudo hacer el examen de literatura sobre la generación del 27 porque se topó con los delirios de cuatro trastocados que envueltos en el dogma de una religión, nación o condición, o lo que sea decidieron matar por la gloria de...
191 muertos, casi 2.000 heridos y millones de personas frustradas y llorando de rabia por la injusticia y catástrofe que aquel día sesgó a España una puñalada por la espalda.
Tontos, a los diez minutos de las explosiones empezamos a ponerle carteles a tan brutal atentado. “Por Alá, por al-qaeda, por ETA, por los yihadistas, por el PP, por el PSOE, por Aznar, por la guerra de Irak, por Bush”. Ilusos, llevamos ocho años escondiéndonos detrás de esos letreros, (“los arboles no nos dejan ver el bosque” o ¿es que no queremos verlo?, o es que no queremos reconocer la simplicidad de esta barbarie).
Parece que esto de la memoria histórica nos la están quitando a base de cañonazos. La historia siempre se repite, cuatro personajes son capaces de trastocar el devenir de la humanidad. Cuatro al final son los responsables del mal y no sé por qué demonios no somos capaces de echarlos de este maldito saco de manzanas en el que estamos metidos (queramos o no, esto está montado así).
Siempre una excusa, siempre un “por esto, o, por aquello”, parapetados en estos carteles, en estos titulares, escurriendo el bulto. Hace ocho años otra vez volvimos a mirar hacia otro lado.
Y la naturaleza es sabia, cruel, pero sabia. Nosotros deambulamos por la tierra, violándola, vejandola, agotándola, nos matamos entre nosotros, creamos guerras innecesarias, nos revolcamos entre las miserias y la corrupción, e hipócritas creemos que todo lo tenemos controlado, es más creemos que todo lo que nos rodea lo tenemos dominado.
Hace un año, antes de las 6 de la mañana, la tierra, la naturaleza...estornudó. Y 16.000 personas murieron de ese resfriado.
¿Y ahora qué? ¿de quien es la culpa?. Otra vez miramos hacia otro lado. Eso pasó a miles de kilómetros de aquí, aunque Lorca una ciudad de Murcia esté a menos 300 kilómetros de mi casa. Y yo además no cojo el tren de cercanías, aunque mi amigo Juanito muriera en el accidente de Spanir en Barajas. Pero no, a mi no me pasará.
Desde mi balcón le rindo un homenaje a esa gente que murió el 11 de marzo, gente normal como yo, que esa mañana iba al trabajo, o a la universidad, o a llevar a los niños a la guardería, o paseaba por una playa en Japón creyendo que a él no le pasaría.
Procuraré curar este resfriado lo antes posible, tomaré la medicina crónica a diario. Se lo debo a esta gente, si, debo vivir un día más y procurar que este mundo sea mejor.
jueves, 8 de marzo de 2012
DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA
Seré sincero, odio los días de...
El día del orgullo gay; el día de la osteoporosis; el día de la cruz roja; el día del cáncer... de mama, de colon, de ovarios, de estomago; el día del libro; el día de las bicicletas; el día del orgullo heterosexual; el día de los singles; el día de la marmota; el día de papá; el día de la mamá; el día del cuñado cansino, o el de la cuñada revenida; el día sin celebración del día de...
Podría estar hasta Agosto enumerando acciones, enfermedades, motivos, religiosidades, objetos, santos, romerías, nacimientos, fallecimientos, centenarios, bicentenarios, tricen...así hasta el infinito y más allá.
Pero joder, que importante es este día “EL DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA”
Tiene guasa, no basta con que sean expertas en electrodomésticos y otros aparatos endemoniados que pueblan la encimera de la cocina. Que planchen, zurzan un botón, cambien las pilas del mando a distancia y repasen matemáticas con el pequeño, todo en el mismo minuto. Qué no, qué no se queda ahí. Que aparte de contablespediatrascardiólogasfisioterapeutasveterinariaspintorascocineraselectricistasarregladisfracesexpertasenofertasalimenticiaspsiquitrasamasdecasalimpiadorasmadresyesposas....
Salen todas las mañanas divinas de la muerte, a trabajar.
Y trabajan. Y cumplen en su trabajo. Y su matricula de honor no cuenta al final de la nomina. Y y su doctorado no es suficiente para la gerencia de la empresa. Y su jefe de departamento es el yerno del dueño y ella hace todos los informes y él solo los firma. Y después de limpiar cuatro casas esa mañana, aún les queda la suya, porque Pepe o Paco o Juan o Manolo... (qué buenos son, qué buenos hombres cómo trabajan), no saben ni atarse los cordones de la “chanclas” y menos, poner el puchero a calentar.
El día de la mujer trabajadora, a mi como hombre, me da vergüenza. Y no por ellas, pues bien merecido tienen este homenaje en este 8 de Marzo. Sino como hombre torpe y dependiente de ellas. Nuestra costilla no era un pecado, más bien fue una bendición. La historia nos ha contado que la evolución de la civilización del hombre ha sido a causa de la inquietud de la mujer. Y nosotros (como digo: TORPES) aún andamos sin reconocerles el merito, sin agradecerles su condición de mujer. Ellas esperan la igualdad y la equidad laboral. Y esperan y aguantan bajo un grito en silencio. Nosotros (como digo: TORPES) no aprendemos. Las infravaloramos, les exigimos más allá de lo establecido, y por nuestros miedos y envidias (y aunque suene mal y sabéis bien que me cuesta horrores escribir esto) tienen que superase cada vez más y acortase la falda cada vez menos.
Les doy las gracias a aquellas mujeres que ya desde la humedad y la oscuridad de la caverna, hasta el calor y la luz del salón de la casa de hoy en día, han estado ahí enseñándonos el concepto de trabajo y sacrificio.
Gracias tita Angetita por tu memoria y tus rosquillos. Gracias Tata por ese trabajo tan importante que haces y que nadie ve y que por supuesto casi nadie es capaz de hacer. Gracias a La Rosa Marchita, por su trabajado vocabulario, por su sinceridad. Gracias Marielena por ser capaz de sacarles 28 horas al día si hace falta. Gracias Pepa y Luisa por aportar experiencia y juventud a las tardes de mis miércoles. Gracias madre por existir y por enseñarme la vida. Y sobre todo, gracias Nati, por vivir y por ayudarme a vivir
Gracias Mujeres. Feliz día.........
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