Qué tal vecinos, y ese puente...yo con mis dudas, con mis inquietudes...cómo siempre. Aquí asomado al balcón alimentándome de un rayo de sol que se ha dejado ver por algunas horas. Eso si, envuelto en una bufanda y con la nariz y los pies helados. Menudo frío, este invierno se ha adelantado, no os parece. Pero cómo todo en estos momentos en los que vivimos. Ya es navidad..!!, no?... bueno ya es navidad hace tres semanas. Yo creo que el Día de los Santos ya era navidad, bueno cosas mías, ya sabéis.
Cómo digo, estoy aquí apoyado en el metal frío del pasamanos de mi balcón, intentando declinárme por “qué o cual” fiesta celebrar en este puente.
No penséis mal, el jueves día de la Constitución lo celebré con unos amigos, alrededor de una gran mesa, repleta de viandas, vino e ilusiones. La charla distendida, jovial y positiva: el tiempo, la poca aceituna que hay, el paro que no deja de subir, la falta de tejido industrial, la problemática de la educación, el futuro feo que le vemos a nuestros hijos (bueno a los míos no, a los de los demás si que si, esos si van a tener un futuro feo, los míos no, ellos son muy listos y no van a tener ningún problema, porque son mis hijos....pensamos todos sin decirlo claro), la crisis, la paga extra, que no es extra.
El sábado lo pasé mirando tejados, ahora es época de zorzales y palomos de buches gordos y lustrosos. La tejas al calentarse, son como las resistencias de un brasero y esas finas patitas lo agradecen, se “arrejuntán”, se arremolinan y el frío es menos frío en esta época para las bandadas de palomos.
Oteé tejados y tejas en busca de una paloma blanca, cómo era el Día de la Inmaculada Concepción buscaba por el objetivo de mi calibre 22” una paloma blanca con un halo dorado en su cabeza, no vaya a ser que tuviéramos lío. Nada, cómo el año anterior, nada de nada. Mucha paloma blanca pero sin pétalos de rosas y purpurina dorada alrededor suya. Mi vecino, el carpintero, con las circunstancia reflejada en su rostro, no paraba de entrar y salir de su casa mirando al cielo una y otra vez.
Acabo de leer la prensa, ya veis que locura, cómo esta semana no me ha llegado el último de Mortadelo y Filemón, pues me dije: “venga valiente, que ya llevás un tiempo sin leerla, venga que no pasa nada, que todo aquello se quedó en una mala pesadilla” y me puse a leer la prensa.
¡¡ Cómo no, la primera y en la frente...!!
Una enfermera británica se suicida después de recibir una broma de un programa de radio.
Vaya, tocate los cojones (perdón), cómo no tenía ya frío en las manos y la nariz, que la tengo helada, pues con esta noticia se me escarcha el corazón.
Me sorprendo, no. Me abruma, si.
Esto lo veía venir desde hace tiempo.
Sigo leyendo la noticia en distintos diarios y todos se rasgan la vestiduras, se escandalizan de lo sucedido y piden responsabilidades.
El viernes por la noche, en la radio de mi coche oí como se burlaban de una persona mayor. Gente joven, guapa y súper-preparada, y eso si, súper-modernos ojo. Se mofaban de una anciana a través de una llamada telefónica, y el respetable no paraba de reírse de la pobre anciana. La otra tarde en un programa de televisión, una mujer le arranca los pelos a otra porque se acostó con su “hombre”, como ella decía, refiriéndose a su.... hombre.
En el telediario, a las tres de la tarde, vimos como asesinaban a Gadafi en un frenesí sangriento, vimos también como mataban en directo y vía satélite, a Bin Laden y, como a treinta mineros africanos, que estaban haciendo una protesta a las puertas de la mina reivindicando un sueldo más digno y un trabajo más seguro, los fusilaron a sangre fría. En la portada de un periódico, hace algunas semanas, salía el cadáver de una mujer tendido en la acera que se suicidó por que la iban a desahuciar el banco. Por las mañanas, en la radio, se meten con la gente, tú dices que les gasten una broma pesada a un amigo o a una amiga, y que sirva de burla para toda España. En la televisión, en esos programas que se encierran en una casa, o se van a una isla desierta, hasta que uno no se acuesta con otra o otra no se acuesta con unos y otros, no paran de grabar el episodio.
Me sorprendo, no. Me abruma, si.
Si lees el artículo sobre esta enfermera británica, reconocen que después de oír la grabación de esta broma, la emisora de radio decide ponerla, sacarla a la luz, o mejor dicho, por las ondas, pues el gabinete de abogados del grupo mediático al que pertenece, no ve negligencia ni acto delictivo en esta broma.
Cómo siempre, los abogados no se fijan, o no ven a las personas, solo leyes y artículos y dinero, siempre el dinero, motivo o excusa por el que estos medios son su razón de ser. El dinero....
Lo peor de todo es que los ejemplos a los que me he referido son de la prensa, radio y canal de televisión con más audiencia de nuestro país.
Me avergüenza ver la reacción de la gente al ver como una persona tropieza y se cae en la calle delante tuya, la mayoría se ríe y dos o tres nos abalanzamos para procurarle ayuda a esta persona.
Me sorprendo, no. Me abruma, si.
Bueno vecinos ya tengo en mis manos el Mortadelo y Filemón de esta semana.
Hasta más ver.....
No hay comentarios:
Publicar un comentario