lunes, 16 de abril de 2012

QUIÉN NOS ESTÁ ROBANDO EL MES DE ABRIL





    Sale marzo y entra abril, nubecitas a llorar y campitos a reír.
    Parte su tiempo abril entre llorar y reír...



        QUIÉN NOS ESTÁ ROBANDO EL MES DE ABRIL

Se fue Marzo, se llevó el sol y llegó la primavera, con sus ventiscas, sus nevadas. Con sus reformas y sus huelgas y con las ganas de remover de nuevo, tiempos peores.

En un puesto de escopetillas de feria, un único pato es el que recibe todos los plomillos. Se levanta y vuelve a caer. A los gatillos un francés, un argentino y un comisionado europeo. Y el pato no es pato, es una perdiz roja, autóctona del sur de Europa.
Estos cobardes francotiradores están escudados tras la transigencia y la buena casta de la sangre de la perdiz. Sangre noble que no quiere conflictos, sangre de buena gente, de gente humilde, sangre que lleva toda su historia luchando y bregando por un mañana mejor para los suyos. Que no nos engañen con titulares para vender noticias, que no es así, que ya está bien de mirar hacia el norte, que ya está bien de mirar al este y que hay que volver a mirar de nuevo al oeste. No somos ciudadanos de tercera, al menos es lo que les intento inculcar a mis hijos, somos gente libre, gente normal y corriente que no podemos admitir una clasificación impuesta, aunque nuestra desidia está haciendo que cuatro mal nacidos que viven yonquis de la avaricia y la destrucción nos manejen a su antojo, sin importarles las vidas ajenas.

La perdiz roja eligió y evolucionó en nuestra tierra. Tierras quebradas, montes y dehesas de ensueño, bosques y paramos únicos, al cobijo de un sol envidiado por muchos, a  horillas de riveras donde poetas e ingenieros descubrieron aquello que buscaban.
Si, nosotros, españolitos, que debemos de esconder las banderas después del partido fútbol, que no podemos - en este caso - decorar los balcones con la bandera verde y blanca nada más que el 28 de febrero. Si, hipócritas y tontos, que nos guiamos por el qué dirán, más que por defender nuestra ilusión.
Si, yo voy a la guerra, seré el primero, pero voy a defender a mi vecino, voy a ir por mi compañero de trabajo, por el mecánico o el agricultor. Lucharé por la panadera o el frutero, por el maestro y por la profesora de literatura. Si, yo voy a la guerra por mi familia. Y por esa gente que me cruzo a diario y que se les ha olvidado dar los buenos días, yo me encargaré de recordárselo de nuevo. Buenos días señora vecina. Buenos días señor vecino.
Mis armas son claras, y estas si son de destrucción masiva. Yo voy a la guerra con un poema, pondré en el paredón a esos politicuhos sin sentimientos, sin colores, sumisos del dinero y el poder. Y los acribillare a todos y a todas con El Quijotes del sr. Cervantes, para que recuerden de nuevo de donde vienen, y para que no se les olviden hacia donde vamos.
Somos de un tierra dura, somos de aguas marineras y campos de siega de sol a sol. De minas hondas y negras y ganaderos las veinticuatro horas del día.
Fuimos hasta el final del mundo, fuimos una y dos veces y tres… y las que hiciera falta para sobrevivir. Pero ahora, cuatro nos tienen drogados, nos quitan nuestra memoria con artilugios y demás mercachifles que no van a ningún lugar. Y hemos caído en esa red.

Y en el mes de abril nieva y graniza, hace frío y el viento sabio sopla como si fuéramos sabanas cubiertas de esa roña que nos quieren hacer creer que es España. Nos sacude fuertemente, pero es para despertarnos.
El trigo y los tomates se han pedido ya, y lloramos, y la vez que lloramos estamos de nuevo revolcado la tierra, y nuestras lágrimas son el primer aliento para la nueva tierra. Y el sol, ese sol escurridizo, vendrá y saldrá de nuevo la rosa de su capullo y el jardín de nuevo, latirá.

Desde mi balcón la escarcha cala los huesos a mitad de abril, miro al cielo en está noche limpia y brillante. Y escucho las estrellas, pues llevan ahí toda mi vida…

Un saludo y buenas noches vecinos y vecinas….  
 

1 comentario:

Josillou dijo...

En un verso mil veces citado, T.S. Eliot explica que el mes de abril es el más cruel porque “las lilas crecen en tierras muertas”. En un annus horribilis, alguien se ha empeñado en robarnos el mes de abril.
Hago votos porque esos augurios tuyos se cumplan y que abril sea ese mes primaveral que, como dice la canción de Joaquín Sabina, guardábamos en un cajón, donde también guardábamos el corazón.