CAMINATE
Camino mirando al frente, siempre. Con
la obcecación del burro blanco que va por la misma senda día tras
día.
Camino mirando al frente y con una
sonrisa, siempre, con la misma sonrisa, -maldita sonrisa-. Y no lo
puedo aguantar.
Llevaba razón d. Antonio en
aquello de:
“Caminante, son tus huellas el camino
y nada más;
Caminante no hay camino, se hace camino
al andar”
Y nada más.
Me he llenado los bolsillos de las
chucherías que me hacen falta para dar un paso, y otro, y otro más.
En mi mochila, las estrellas para no estar solo. Mi familia, mi
bastón. El sol y la luna son las lentes de mis gafas. Y mis botas.
Ay mis viejas botas..!! Mis botas recauchutadas de años y asfixias.
Mis botas, sin huellas ya, pisando cada vez más lentas. Mis botas,
las más sabías de todos los que me rodean, porque callan y miran,
porque callan y aprenden, porque callan y ofrecen. Porque callan.
Camino mirando al frente, siempre. Y
ese repecho se hace interminable y ya no pica hacia arriba, ya pica
hacia el infierno.
Caminar y respirar a la vez se me
atraganta y, el resoplar se convierte en crónico segundo a segundo.
Con la sonrisa, siempre, con esta maldita sonrisa incrustada en mi
piel. Como un mal tatuaje.
Camino mirando al frente buscando el
sol, buscando robarle esa alegría, buscando robarle la luz para
alimentar esta alegría, esta sonrisa. Sin importarme nada que lo
desgaste, que lo derrita en mi afán de alegrarme, de alegrarte.
Me asfixio por momentos. Harto de
caminar y de sonreír. Cada vez más vivimos en la oscuridad aunque
le estemos robando la luz al sol, ¿para qué?, ¿por qué?, ¿vale
la pena?
Seguiré caminado todavía por el bien
de este ahogo que me ahoga, pero dejaré mis botas descansar, las
pondré en un altar para que me guíe, para que me cuente las cosas
importantes.
“Caminante, son tus huellas el camino
y nada más;
Caminante no hay camino, se hace camino
al andar”
Y nada más.
Esas fueron las primeras palabras de
mis viejas botas.
Y miré atrás, y el sol nacía otra
vez, y dejé de sonreír, y comencé a respirar, y mi corazón es una
caja de música.
Feliz noche vecinas y vecinos.
2 comentarios:
Muy cierto wiwi, yo como soy de costa también digo: caminante no hay camino sino estelas en el mar... y el mar también tiene su música acompadada como la de tu cajita de música que marca el tictac de tu camino. Espero que las botas sigan el concierto que tocas cada día.
Un beso.
Eso espero Encarni, las huellas y las estelas solo nos muestran lo que hemos andado o lo que hemos vivido. Y hacer descansar a mis botas, hoy, es lo mejor.
Por cierto, tengo botas nuevas que me hacen ojitos desde un rincón. Mañana, mañana las estreno, seguro.
Gracias y besos...
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